Sin duda los Cocker son una de las razas más adorables de perro. Su aspecto dulce y su tierna personalidad, los ha convertido en "modelos publicitarios" y en uno de los favoritos animales de compañía.
A pesar que para tenerlos en tu hogar hay que tener paciencia, porque son en extremo juguetones; vale la pena, ya que tendrás un excelente compañero. Pero hay que tener en cuenta que, probablemente tendrás que visitar con frecuencia al veterinario, ya que debido a su genética, son propensos a distintas enfermedades, tales como problemas en los oídos, corazón y ojos.
Sus hermosas orejas, largas, caídas y peludas, suelen presentar otitis, debido a que su forma crean un ambiente oscuro y húmedo especial para que proliferen las infecciones, las que si no son bien cuidadas, pueden derivar en enfermedades óticas más graves, las que terminan en cirugías.
Su corazón suele ser otro punto débil, ya que los cocker están más propensos a contraer enfermedades cardíacas como por ejemplo Miocardiopatías, Cardiopatías Congénitas y Valvulares.
Los principales problemas oculares son por ejemplo, el Entropion. En esta patología, los párpados del perro se enroscan hacia adentro, por lo que las pestañas producen roce en el globo ocular que es muy doloroso. Otra enfermedad ocular, puede ser la "cherry eye"; aquí hay un crecimiento exagerado de la glándula lagrimal. Es importante corregirlo para que no le provoque molestias, pero nunca debe ser extraída, ya que el ojo quedará sin lubricación, además forma parte del sistema inmune. Una enfermedad ocular genética que pueden presentar, es la Atrofia Retinal Progresiva, que es cuando se provoca la degeneración de la retina y provoca ceguera. No menos importante, es el Glaucoma Primario, que se trata de una descarga irregular en el ojo.
Un problema bastante desagradable para el perro y los humanos que se puede producir, es la infección de los pliegues del labio inferior. En este caso, el aliento de tu perro cambiará drásticamente y se pondrá muy desagradable. No es una enfermedad grave y suele ceder fácilmente con desinfectantes tópicos (los que deben ser indicados por el veterinario).
También pueden presentar trastornos en el sistema inmunológico, como por ejemplo la Anemia Hemolítica Inmune, la que causa una anemia crónica que debe ser tratada rápidamente, para que no termine matando a nuestra mascota.
Los cocker pueden sufrir de displasia de caderas, que es una forma de artritis que afecta a las caderas y rodillas. Ésta se puede detectar por medio de una radiografía y tiene tratamiento.
La Nefropatía Familiar Congénita, es una enfermedad renal hereditaria que no tiene cura y que termina por provocar la muerte. Debido a su gravedad, se están haciendo estudios para evitar cruzar dos portadores y así ir erradicandola progresivamente de la raza.
A pesar de la probabilidad de que tu cocker contraiga alguna de estas enfermedades, debes tomar en cuenta que no necesariamente lo van a afectar y que el control periódico con tu veterinario ayuda mucho a mantener saludable a estos encantadores compañeros que mantienen su dulzura siempre y no vas a querer separarte nunca de él.
Imagen CC Will Marlow