Un grupo de investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, analizaron los ladridos de los perros, con el fin de comprobar si estos animales buscan comunicar algo mediante esta acción.
Los resultados de la investigación fueron expuestos en el sitio de la National Geographic, donde los científicos aseguran que al igual que los humanos, los perros también pueden vocalizar, pero no con tanta expertiz.
Los perros también tienen movilidad en sus cuerdas vocales, lo que les permite alterar los sonidos que emiten y darle un significado a los ladridos y gruñidos, según el contexto en los que los haga.
El análisis se hizo mediante la grabación de dos perros que estaban gruñendo, un lo hacía porque protegía su comida y el otro porque se sentía amenazado por la presencia de un extraño que se acercaba hacia él.
Luego pusieron un jugoso hueso y cada vez que los canes que fueron estudiados se acercaban, se reproducía la grabación de los gruñidos, lo que hacia que los perros titubearan y se alejaran del plato.
En una situación parecida, se grabaron los ladridos de un perro cuando se sentía solo y a otro cuando se acercaba alguien extraño, luego otros perros escucharon las grabaciones y se ponían alerta, pudiendo distinguir los diferentes sonidos e incluso comprendiendo sus significados.
En otra investigación, personas comunes escucharon los diferentes ladridos y la mayoría de participantes podía diferenciar los sonidos y clasificarlos entre amistosos, agresivos, por soledad o nervios por la presencia de un extraño.