Jugar con tu cachorro es una de las implicancias de tener un perrihijo. Al igual que los niños, ellos necesitan del juego para canalizar su energía, potenciar su inteligencia y desarrollar habilidades sociales, físicas y psicomotrices.
Con el ánimo de colaborar en esta tarea, seleccionamos varios juegos y te explicamos cómo jugar con tu cachorro.
1. Juegos para desarrollo físico.
Los juegos de este tipo son ideales para que tu cachorro desarrolle sus sentidos y para que potencie su velocidad, fuerza y agilidad. Además, en el área de la salud, son importantes para mantenerlo en forma y disminuir el riesgo de padecer enfermedades asociadas al sedentarismo.
Escondite
Distrae al cachorro y luego escóndete, provisto de su juguete favorito o de los bocadillos que más le gustan. Empieza a llamarlo y cuando te encuentre, entrégale su premio.
También lo pueden jugar con más personas. En ese caso ellas se esconden, y tú te quedas con él para guiarlo en la búsqueda. Usa palabras como “búscalo”, encuéntralo”, mientras los escondidos lo llaman. Igualmente debes darle su premio una vez halle su objetivo.
Ten presente que con este juego, además de entrenarlo en labores de búsqueda estás optimizando su olfato y oído.
Agarra la cuerda
Sólo necesitas una cuerda con nudos. Primero que todo tienes que despertar su interés por ésta mostrándosela y dejándola ondear al aire y serpentear en el suelo. Cuando intente atraparla, evitas que lo haga desplazándola hacia otro lado. Así una y otra vez. Aunque de vez en cuando debes dejar que la tome y la estruje por un instante; de lo contrario se aburrirá y no jugará más.
Aunque, al igual que este bebe, puedes jugar con tu cachorro usando simplemente las manos.
2. Juegos de desarrollo psicomotriz
La psicomotricidad en los perros es de vital importancia y hay que empezar a estimularla desde que son cachorros, pues permite un correcto desarrollo físico, psíquico y emocional; evitando a futuro problemas de inseguridad, miedo y dificultades para socializar.
Laberinto de cajas
Con cajas de cartón abiertas y sin fondo armas un laberinto. Luego colocas dentro varios trozos de su bocadillo favorito y lo envías a "buscar", preferiblemente en compañía de uno o más cachorros. La idea es que lo vayas alentando con tu voz, para que no se asuste y aprenda a confiar en ti.
Neumáticos y barras de equilibrio
Tiras varios neumáticos de automóvil en el piso y dentro pones porciones de su comida favorita. Adicionalmente, colocas tablas no muy anchas de un neumático a otro y, de igual manera, dejas algo de alimento por ahí. .
La idea es que lo guíes a través de los neumáticos y las tablas, felicitándolo en todo momento y haciendo sentir tu presencia. Aunque la altura de tus “barras de equilibrio” no es mucha, debes evitar que se caiga, de ese modo afianzas la confianza que él te tiene y lo ayudas a desarrollar equilibrio y agilidad.
¿Dónde está la bolita?
Seguramente habrás visto ese juego en el que un hombre de manos rápidas pasa una bolita de un cubilete a otro y luego pregunta “¿dónde está?”. Bueno, haz lo mismo con tu cachorro, pero en lugar de la bolita usa un bocadillo para que el juego le resulte más interesante.
Actualmente se vende en el mercado una consola llamada CleverPet, la cual es un juego ideal para desarrollar la inteligencia del perro, así como su memoria y su tacto.
Juegos para desarrollar obediencia
Varios educadores caninos coinciden en que el jugar con los cachorros es esencial para que desarrollen pautas de obediencia básica. Entre estos se puede aplicar el juego del escondite, pero el de "trae la pelota" también es bastante oportuno en este campo. Se trata de una actividad lúdica en la que tomas su pelota favorita y la arrojas cerca suyo mientras le dices “tráelo”. Cuando la atrape, lo llamas y le cambias el juguete por una porción de alimento.
Con el pasar del tiempo puedes cambiar la pelota por otro objeto, lanzarlo más lejos y retirar gradualmente el premio.
Etólogas como KAREN Pryor recomiendan que los premios durante el adiestramiento y el juego sean pequeñas porciones de su comida favorita, pues al entregarle a cualquier animal una ración muy grande se cebará y perderá el interés por continuar con la actividad.
De otra parte, es importante que no obligues al perro a jugar algo que no desea y que no excedas el tiempo dedicado a esta actividad (con 30 o 45 minutos al día es suficiente). También debes tener presente que es un cachorro que aún tiene dientes de leche y huesos y músculos en desarrollo, razón por la que debes ser delicado y sumamente cuidadoso a la hora de jugar.