El cangrejo gigante de Tasmania es un crustáceo que habita los mares de Australia Meridional y la costa norte de la isla de Tasmania. Su nombre científico es Pseudocarcinus gigas y es la segunda especie de cangrejo más grande del mundo, después del cangrejo araña japonés.
Pueden llegar a pesar 13 kilos y tener un caparazón de 46 centímetros de diámetro, lo cual significa que son del tamaño de una rueda de auto.
Son carnívoros; se alimentan de carroña y especies con movilidad lenta como caracoles de mar, pequeños crustáceos, estrellas de mar, e incluso practican el canibalismo. El color de su cuerpo y pinzas es blanco cubierto con manchas rojas por todas partes.
Tienen una pinza muy larga que puede medir hasta 90 centímetros y utilizan para aplastar objetos o presas, y otra pinza más corta que sirve para las tareas que requieren más destreza, aunque es tan fuerte que puede arrancar un dedo humano y aplastar una nuez.
Sus dientes están en su estómago para ayudar a triturar la comida durante la digestión.
A medida que estos cangrejos van creciendo, deben cambiar su caparazón por uno más grande. Esto ocurre aproximadamente cada 5 años, gracias a la acción de hormonas que inducen el crecimiento de una capa protectora (cutícula) debajo del caparazón viejo, para que puedan separarlo de sus cuerpos, absorbiendo grandes cantidades de agua para que la presión generada lo rompa a través de sus líneas de sutura. Posteriormente algunas sustancias almacenadas en el cuerpo de estos crustáceos, son rápidamente depositadas en la zona donde creció la cutícula para endurecerla y paulatinamente convertirla en el nuevo caparazón. Durante este proceso el cangrejo se alimenta de forma voraz para eliminar el agua que quedó depositada en su cuerpo después de la absorción.
La mayor parte de las crías de cangrejo gigante de Tasmania terminan prematuramente su vida al ser cazadas por otras especies marinas. Se estima que apenas 2 de cada 1000 especímenes logran alcanzar la edad adulta.
Su expectativa de vida es de 20 años y se encuentran amenazados por los pescadores que los comercializan a altísimos precios por su gran cantidad de carne y categoría exótica.
Existen miles de kilómetros de mar a los que el hombre aún no ha podido llegar, y es posible que hayan muchas especies como este enorme cangrejo que aún no han sido descubiertas.