Sin duda el Beagle se ha ganado un espacio en el corazón de todos los amantes de los animales. Este perro de personalidad traviesa y juguetona se ha convertido en el favorito de las parejas jóvenes con niños pequeños y en las personas que habitan en departamentos. Es posible ver uno cada vez que sales a pasear a un parque y su alma curiosa y sociable atrae a todos quienes lo rodean. Pero el Beagle no es una raza “nueva”, ya que ha estado con nosotros hace muchos años.
Su crianza comenzó en Gran Bretaña alrededor de 1830 y actualmente se puede encontrar una gran población en Francia, Canadá, Europa del Este, España, Italia y Grecia, donde los criadores consideran que un buen ejemplar debe tener la línea de la espalda recta, una buena calidad de sus uñas y pelaje.
El Beagle tiene una altura de entre 33 y 41 cms. hasta la cruz, pesa entre 8 y 16 kilos, son de patas cortas, cabeza alargada y un hocico de tamaño medio y recto. Tienen la nariz ancha y negra, sus ojos son grandes y de color café oscuro. Sus orejas son largas y grandes, tienen la punta redonda y les llegan casi a la punta de la nariz. La punta de su cola es blanca y las hembras son un poco más pequeñas y estilizadas que los machos. El pelaje de ambos sexos es corto, liso y denso.
Por lo general, el pelaje más común del Beagle es el tricolor, donde la base es blanca y tiene grandes áreas negras y café claro. También es posible encontrar Beagles con el lomo negro y marcas café con negro. Los Beagles, a lo largo de su vida, pueden cambiar el tono de su pelaje, perdiendo sus manchas negras en su totalidad.
Si hablamos de sus características principales, la que se lleva en primer lugar es por lejos el olfato. El Beagle es una de las razas que poseen el mejor sentido del olfato, siendo por esto grandes sabuesos. Su capacidad olfativa es mucho mejor por tierra, lo que podría ser consecuencia de sus orejas largas y labios grandes que los ayudan a atrapar los olores más cerca de la nariz.
Como los excelentes sabuesos que son, se utilizan como perros de caza, dedicados principalmente a rastrear liebres, conejos y usados también como perros de detección y rescate debido a su inteligencia y carácter dócil.
Por lo mismo, son ideales como perros de compañía y para convivir con niños. Son perros con buena disposición, cariñosos, no son agresivos y son muy sociables, lo que no los hace precisamente los mejores perros guardianes ya que se dan fácilmente con los extraños.
El Beagle necesita dueños con paciencia, porque a pesar de ser alegres y de buen carácter, son inquietos y un poco dispersos, por lo que les cuesta recibir órdenes y ser entrenados debido a que se distraen fácilmente. Sin embargo, siguen siendo una de las mejores opciones para los niños pues al igual que ellos, tienen una energía inagotable, así que les pueden seguir el ritmo.
Los Beagles son propensos a problemas de salud congénitos. Tristemente, es por esta razón que son una de las razas preferidas para la experimentación. Pueden ser propensos a la epilepsia y sufrir de hipotiroidismo, además de ciertos casos de enanismo y displasia de caderas, aunque esto último es más común en perros de razas grandes. Debido a sus orejas largas, tienden a tener infecciones de oídos y algunos problemas oculares como el glaucoma.
A pesar de todos los posibles problemas de salud que podría tener, con los cuidados necesarios estos perros pueden desarrollarse con completa normalidad y entregar compañía y fidelidad a quien decida ser su dueño por al menos una década. El Beagle, como la mayoría de los perros de raza pequeña, tiene una esperanza de vida de entre diez y quince años.
Si quieres un amigo leal, de energía infinita y personalidad chispeante y alegre, no dudes en elegir a este gran can como tu compañero de aventuras. Definitivamente, no te arrepentirás.