El perro lobo checoslovaco podría ser la relación directa entre los lobos y los perros, convirtiéndose en el eslabón perdidos en la evolución y domesticación de estas especies de caninos.
Esta raza fue diseñada por el ejército de la antigua Checoslovaquia, con el fin de actuar como soldados en enfrentamientos, además de salvaguardar a los militares cuando estos descansaban durante las guerras y enfrentamientos en los que participaron.
Las primeras cruzas de lobos y el pastor alemán datan de 1955 y fue en 1999 cuando esta raza se certificó como tal, recibiendo el reconocimiento de parte del Federación Cinológica Internacional.
Estos perro son muy parecidos a los lobos de Cárpatos, ya que son altos y robustos, además tienen la cabeza con forma de cuña y su nariz es pequeña o ovalada, además de ser caracterizado por su belleza natural.
Esta especie es muy activa y curiosa, además de ser muy valiente, por lo que sería el guardián ideal para cualquier familia. Además de ser grandes compañeros, son muy leales a sus dueños y su entorno en general.
Su genética salvaje hace más difícil su socialización con otros perros, por lo que es muy importante que reciban el adiestramiento necesario y tengan mucho contacto con humanos desde que son cachorros.
No es común que estos perros presenten problemas de comportamiento, ya que cuando son entrenados, tienden a ser muy obedientes, pero cuando no, pueden ser muy agresivos a pesar de no estar en la lista de razas peligrosas.