Todos nuestros amigos caninos necesitan un hogar que les brinde amor y protección sin importar su raza o procedencia. Para suerte de nuestros peludos, hoy más que nunca se ha creado una conciencia colectiva en los dog lovers sobre la necesidad e importancia de adoptar y tener cada vez menos perros desprotegidos en las calles.
Son tantos los perros en busca de un hogar, que a veces nos olvidamos de una “minoría” muy significativa: los perros discapacitados. Ellos, también merecen una familia que los ame de manera incondicional, a pesar de que se encuentren en una condición diferente.
Hacerse cargo de una mascota, es un compromiso a largo plazo donde asumimos que seremos responsables por muchos años de un ser que dependerá totalmente de nosotros. Por eso, es un poco aterrador pensar en traernos a casa a un perro con necesidades especiales, porque no sabemos si seremos capaces de asumir este desafío, porque quizás nunca nos lo habíamos planteado o porque pensamos que será muy difícil y no consideramos el lado bueno y hermoso de compartir nuestra vida con un perro discapacitado.
¿Por qué adoptar a un perro discapacitado?
Por las mañanas camino al trabajo, solía toparme con una joven paseando a su lindo perrito blanco. Él saltaba, corría, olía todo a su alrededor y sacaba la lengua haciendo parecer que sonreía. En realidad sonreía. Se notaba que era un perro feliz. La única diferencia de él con cualquier otro perro era que le faltaba una de sus patitas delanteras.
Hasta ese momento, jamás había pensado en la idea de adoptar a un perro discapacitado y además tenía una idea muy errada sobre ellos. Yo pensaba que no eran felices. ¿Quién puede ser feliz sin una pierna o sin poder ver lo que lo rodea? Los perros discapacitados no tienen idea de lo que significa esa palabra y menos lo que significa “limitación”. Ellos viven el día a día, aman profundamente sin esperar algo a cambio, no se hacen problema por nada ni se apenan por su situación. Por eso, tienen mucho que enseñarnos de la vida.
Podemos clasificar a los perros discapacitados de dos formas: los que nacieron así y los que en algún punto de su vida adquirieron la discapacidad.
Un perro que nació discapacitado no sabe que es diferente a los demás. La única realidad que conoce es su realidad, por ende, está más acostumbrado que nadie a su discapacidad. Además, su inteligencia e instinto lo hace suplir cualquier deficiencia que tenga.
Por otro lado, están los perros que se volvieron discapacitados, ya sea por una enfermedad, un accidente o por maltrato. Tal vez le costará al principio adaptarse a su nueva situación, pero lo hará. Los perros son verdaderos guerreros y tienen la gran virtud de que son incapaces de sentir odio, así que sea cual sea la razón por la que un perro esté discapacitado, sólo entregará amor y lecciones de vida.
Un perro discapacitado te enseñará mucho sobre la vida.
Aunque no lo creas, adoptar a un perro con discapacidad puede traerte múltiples beneficios, tanto físicos como emocionales y hasta puede ayudarte en la creación de hábitos.
Él será el mejor maestro para enseñarte sobre la paciencia, la tolerancia, la responsabilidad y la fidelidad. Es cierto, deberás dedicarle más tiempo dependiendo de cuál sea su problema, o tener una que otra consideración, pero lo que recibirás a cambio es impagable.
Un perro discapacitado puede incluso ayudarte a sanar o a comprender cosas que como humanos nos cuesta entender, como las discapacidades propias y a lidiar con la rabia y la frustración que nos puede provocar una enfermedad. Enfrentar las cosas acompañado siempre es más fácil y te aseguro que saldrás más beneficiado tú que el perro. Los perros son resilientes por naturaleza y son felices con lo simple, algo de lo que podemos aprender y que deberíamos imitar.
Quiero adoptar a un perro con discapacidad. ¿Seré un buen dueño?
Valentina Neira Olivares es dueña de Thor, un perrito mezcla de poodle que llegó a sus brazos hace ocho años cuando comenzaba a quedar ciego y reafirma la teoría de la felicidad canina a toda prueba. “Al principio sentía un poco de pena por su situación, pero me di cuenta que no podía estar más equivocada, un perrito con cualquier tipo de "discapacidad" puede desarrollarse de igual manera que otro perrito y mi bebé se adaptó full a la situación en que está, es feliz como cualquier perro”.
Algunas consideraciones que tuvo que tener Valentina con Thor fue aprender a usar los tonos y volúmenes de su voz para no asustarlo. Mientras más fuerte le hablaba, más se desorientaba él, así que le habla más bajo y pausado que a su otro perro Simón, un labrador sano quien además tiene una potente conexión con Thor, transformándose muchas veces en su perro guía.
Cuando Valentina recibe visitas en su casa también tiene cuidado. "Generalmente, lo primero que hace la gente es acercarse a acariciar a los perros y con esto Thor se asusta mucho. Hay que acercarse de a poco, lento, dejarlo escuchar lo que pasa a su lado y que huela un poco". Ahora sí, ya está listo para recibir todos los mimos y cariños que se merece.
Como ves, nada es tan complicado, sólo es tener paciencia y ser más pausado para seguir el ritmo del perro y su discapacidad.
En el caso de Thor, su ceguera nunca estuvo clara, pero no es poco común que con la edad los perros queden ciegos o sufran problemas a la vista. Valentina recomienda no cambiar los muebles de lugar en la casa si tu perro está viviendo este proceso o planeas adoptar a un perro ciego, pues se memorizan el camino para ir a comer, para acostarse y para ir al baño.
Para alguien que desee adoptar a un perro con discapacidad, Valentina considera que además de la paciencia, el mayor requisito es tener tiempo para estar con el perro, ya que algunas discapacidades necesitan que el perro esté acompañado constantemente. En eso se fijaba ella años atrás cuando participaba como voluntaria en jornadas de adopción caninas. “En general a la gente le da miedo adoptar perros que no estén cien por ciento sanos pero es más que nada por desconocimiento o porque creen que implicará un gran cambio en sus vidas, que no podrán salir más de la casa ni llevar al perro a ningún lado. Eso no es tan así y cuando te das cuenta de lo maravillosos y agradecidos que son se te quitan todos los miedos y prejuicios”
Así que, por si te lo preguntabas, no se necesita ser cirujano veterinario para hacerse cargo de un perro discapacitado. Lo único que se necesita es estar dispuesto a aprender y a informarse sobre los cuidados que necesitará tu perrito. El resto es sólo adaptarse a lo desconocido y atreverse a recorrer junto a él un camino distinto pero lleno de satisfacciones y alegrías.
Adoptar no es sólo un acto de amor y de entrega, también es un acto de recibir, de aprender y de llenar tu espíritu con todas las enseñanzas que tu nuevo amigo dejará en ti, que de seguro serán muchas más que las horas extras que tendrás que dedicarle a su cuidado. Él te estará infinitamente agradecido, pero al final del día el que dará las gracias por tenerlo, serás tú.