Todos los Catlovers sabemos que una de las cosas que caracterizan a nuestros gatos es que tienen un carácter complicado, son más indiferentes y temperamentales que los perros. A mí me pasó hace un tiempo que, en la noche y con la luz apagada, pasé a pisarle la cola y una pata a mi gato. Lo desperté y no sólo saltó del susto, si no que se enojó mucho. Comenzó a hacer unos sonidos muy raros, erizó su pelo, se agachó en una posición dispuesto a atacarme, abrió su boca y luego hizo un sonido súper curioso, como si estuviera imitando a una serpiente. Estuvo así cerca de una hora, lo que quiere decir que su furia era máxima. La única vez que había reaccionado así, fue cuando la hija de una amiga le tiró la cola por casi media hora.
Teniendo en cuenta que accidentes así pueden pasar en cualquier momento, debemos estar preparados para saber manejar algún ataque de furia de nuestros mininos, ya que la mayoría de los dueños tendrán que enfrentar esto al menos una vez en la vida de sus gatos, si no quieren pasar por lo mismo que vivió una familia en Portland que fue prácticamente secuestrada por su gato.
Esto es lo que deben tener en cuenta para saber cómo reaccionar frente al día de furia de tu gatito:
- La ira del gato casi siempre es ocasionada porque tiene miedo. Es su mecanismo de defensa, por lo general en estos casos erizan su pelo, miran fijo a su objetivo, agachan las orejas, quedando alineadas con la cabeza, se encorvan e imitan el sonido de una serpiente.
- Aléjate y observa su comportamiento. Al igual que los niños o adolescentes que están teniendo una pataleta, mientras más intentamos que se calmen, peor reaccionarán. Lo mejor es dejarlo solo un rato prudente y que bote gran parte de su rabia. Deja que vaya a sus escondites favoritos si es necesario. No lo lleves cargado, ya que te podría morder, debe llegar solo.
- Dale comida. Llama su atención con alimento enlatado si no se lo das frecuentemente o moviendo su plato para que escuche que hay comida. El va a llegar cuando se sienta seguro y crea que puede salir de su escondite sin riesgos.
- Acércate de a poco con algún juguete. Las cañas son ideales, ya que no debes estar tocando a tu gato para que se divierta con ella, así que es una forma de que retome la confianza que había perdido.
Al menos con estos consejos, pude recomponer muy rápidamente la confianza mutua con mi gato, que es lo más importante en la relación mascota-humano. ¿Ustedes vivido algun episodio parecido? ¿Cómo lo han manejado?