Debido a una fuerte sequía que aqueja a California, Estados Unidos, los animales salvajes han tenido que salir a buscar alimentos a zonas habitadas por el hombre, produciendo ataques de osos, avistamientos de pumas y el aumento de animales huérfanos.
La sequía que inició hace cuatro años, ya ha secado arroyos y la vegetación, además de provocar cambios en el comportamiento de la fauna nativa, debido a que los animales han estado cada vez más urbanizados.
Los lugares residenciales con frondosos jardines y con piscinas, atraen a estos animales que salen en busca de comida a lugares donde habitan los humanos, debido a que les es más difícil encantarla en su hábitat natural.
"Tenemos una tendencia exacerbada por este drástico cambio en la disponibilidad de agua", explicó Dick Cameron, quien estudia la fragmentación del hábitat de estos animales, para la organización The Nature Conservacy en California.
Los principales afectados por esta situación, son los osos, ya que deben recaudar alimentos suficiente para los meses de invierno que pasan hibernando, por lo tanto se han visto más ejemplares en sectores urbanizados.
Se han hecho más comunes los encuentros entre los humanos y los oso negros, incluidos ataques de estos animales a las personas que parecen en su búsqueda de comida, como lo ocurrido en el parque nacional de Yosemite
"Solo por el hecho de que veamos animales no significa que haya una auténtica relación con la sequía", comentó a El Comercio, el biólogo supervisor de fauna salvaje de California, Jason Holley.
"La mayoría de los animales grandes están adaptados a la sequía en California. Han pasado antes por esto, y encontrarán los recursos que necesitan", agregó el especialista en la vida salvaje de la fauna nativa de la costa oeste de Estados Unidos.
Gracias a algunas tormentas que se registraron en Sierra Nevada, permitió que brotaran algunos hongos y hierbas en la zona de los bosques de California, lo que permite que los animales salvajes y principalmente los osos puedan conseguir alimento más fácilmente.
Un estudio realizado por el Centro de Ecología The Road, en la Universidad de California-Davis, asegura que dentro de los últimos cinco años se han registrado más de 29 mil casos de atropello de animales salvajes, quienes cruzan las carreteras en busca de alimento.
"Hay tantas fuentes de estrés sobre las poblaciones de fauna salvaje que son responsabilidad nuestra, que cuando llega la sequía de verdad les pone contra las cuerdas", comentó Fraser Schilling, codirector del Centro de Ecología The Road.