Cuando un gato maúlla, es porque nos quieres decir algo, ya que esta es una práctica que solo hacen frente a los humanos, esto porque los felinos no emiten ese tipo de sonidos entre ellos.
Esta no es la única forma que los gatos usan para comunicarse con sus dueños, sino que también pueden transmitir algo mediante el ronroneo, gruñidos, e incluso lanzando llamadas sexuales.
El tono en el que le hables a tu gato, le avisa la intención del mensaje que le quieres transmitir. Uno tono grave puede resultarles amenazador, mientras que uno agudo, es una petición de ayuda y el llanto de un bebé es tomado como el llamado de un cachorro en peligro, por lo que los felinos acuden a mirar qué sucede.
"La llamada por frío es la más aguda, aunque se va igualando con las otras cuando sobre las 4 semanas de vida va siendo capaz de termorregularse. Por el contrario, la llamada de encierro es la más grave (en cuanto a su tono), mientras que la de soledad es la más larga. Por supuesto, la madre distingue perfectamente cada una de ellas y responde a sus cachorros con un tono similar", comentó a Radio Bio-Bio, la veterinaria de Royal Canin, Viviana Estadella.
Cuando los gatos ya están adultos, siguen teniendo algunas conductas de cachorros, lo que se conoce como el fenómeno de la "neotenización", lo que a ligado directamente con la domesticación y el trato que se le de al animal.
Los gatos ferales que son domesticados, mantienen una conducta infantil, volviendo a hacer algunas cosas de cachorros, además de mejorar sus llamados de socorro, haciendo más dramáticos los maullidos.
"Se dirigen a nosotros y no a otros gatos porque quieren que les hagamos caso y conseguir cosas. Pretenden captar nuestra atención y, una vez captada, obtener comida, juego, caricias, o que les abramos la puerta, y son tan listos que aprenden rápidamente maullidos especiales para cada cosa", firmó la veterinaria.
Al compartir la vida junto a un gato, se te hará más facil saber lo que quiere con cada maullido y ya estarás adiestrado por tu mascota para poder satisfacer sus necesidad sin que tenga que hacerlo más explícito.