Como una desesperada medida par conservar la especie, los encargados de la Reserva Ol Pejeta, en Kenia, optaron por resguardar al único macho de rinoceronte blanco que queda en el mundo, con guardaespaldas.
Los encargados de proteger al animal de los cazadores, hacen turnos para cuidar al rinoceronte durante el día y la noche, ya que su preciado cuerno puede llegar a valer cerca de 75 mil dólares el kilo (45 millones de pesos chilenos).
Los otros cinco ejemplares que existen de esta especie son hembras, por eso la vigilancia del único macho, está cuidado con hombres armados, helicópteros que lo vigilan desde el aire, patrullas que buscan cazadores y perros entrenados para detectar humanos.
Los expertos afirman que la única forma de salvar a los rinocerontes blancos de la extinción, es mediante la inseminación artificial, para eso ya se está guardando material genético, que permitirá tener nuevas crías.
Imagen CC Aligatorek