Así como en los humanos, la artritis es una enfermedad que puede afectar a nuestros perros y empeorar enormemente su calidad de vida, porque se trata de una afección a los huesos, que limita su movilidad y le produce mucho dolor.
En palabras sencillas, la artritis es la inflamación o el desgaste de una articulación siendo, además, una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Por eso, importante que pongas mucho ojo en la forma en la que se desplaza tu mascota, ya que si cojea es una señal de alarma.
Otras formas de detectar esta enfermedad en tu perro son: que disminuya notablemente su velocidad al andar, que le cueste levantarse (sobre todo cuando lo llaman a comer), si ya no tiene mucho interés en jugar, si evita trepar o subirse a superficies más altas o si gime o se queja cuando le haces cariño en las patas o las caderas.
Si tu perro tiene cualquiera de estos síntomas, debes llevarlo inmediatamente al veterinario, ya que pueden tratarlo y ayudarlo a disminuir el dolor. Es muy importante que no mediques a tu mascota por cuenta propia, porque los medicamentos para humanos pueden resultar tóxicos para un animal.
Otro aspecto esencial para evitar problemas en las articulaciones, es que nuestro perro mantenga un peso adecuado que le permita llevar una vida saludable. El sobrepeso es una de las principales causas de artrosis y uno de los peores enemigos para tratar la enfermedad. De hecho, cuando se detecta el problema en las articulaciones, lo primero que recomienda el veterinario es su baja de peso.
Para que lo tengas en cuenta, dentro de los suplementos que pueden servir en el tratamiento de tu mascota está la glucosamina, la condroitina y los antiinflamatorios no esteroides (AINE). Pero recuerda que siempre debe estar supervisado por un especialista.
Además, se recomienda que tu perro duerma en una cama blandita, ojalá de espuma ortopédica. También, le ayudaría mucho que sus platos de comida estén en alto para que no tenga que agacharse y forzar sus articulaciones.
De esta manera y como dicen nuestras abuelitas, es mejor prevenir que curar. Mantener un peso adecuado en nuestro perro y estar atentos a cualquier señal que nos indique que pueda tener algunas molestia articular, es esencial para evitar un mal mayor.
Los cambios en su comportamiento o movilidad, por pequeños que sean, nos deben alertar para que llevemos a tiempo a nuestra mascota al veterinario y les demos la mejor vejez posible.
Imagen CC Natalia Carrasco