Fueron las personas ciegas las precursoras en el uso de animales como lazarilllos o guías y fueron los perros, los pioneros en cumplir. Luego monos y gatos se sumaron a la ayuda de personas con diferentes discapacidades, en búsqueda de facilitar sus labores cotidianas. El caso de los gatos llama la atención. Sin pensarlo mucho, cualquiera afirmaría que un felino carece de la disciplina necesaria para instruirlo en esta labor o en la de socorrista o en la de "policía". No se trata únicamente de indicar o traer algún objeto a las manos del amo, en otras instancias, como al señalar cuando cruzar o no una calle, está en juego la vida de ambos.
La razón de la desconfianza en las capacidades del gato -para esta labor- radican en su propia personalidad, según afirma el científico experto en comportamiento animal, Stephen Budiansky. Como sabrán muy bien los criadores y dueños, los mininos son tan independientes que pueden llegar a ser intratables, capaces de desafiar cualquier sentido común, en cuanto a lo que se sabe sobre animales domésticos. A veces cariñosos, otras ariscos, a veces dóciles y otras indómitos, cercanos y distantes, siempre con un pie en la selva.
Gatos que han sido lazarillos Sin embargo, toda regla tiene excepciones, existen dos casos registrados en que un gato ha actuado como guía o lazarillo. El primero de ellos es Baby, un gato persa blanco que ayudaba a la señora Swanson a cruzar calles de Estados Unidos, como el más adiestrado de los perros. Su trabajo mereció medallas de reconocimientos locales y cinco minutos de fama nacional, cuando el fotógrafo Loran Smith realizó una sesión completa de él y su dueña, en 1947, para la revista Life.
El segundo caso es de Almirante K'rem. El Almirante ayuda a su dueño, Robert Sollars, desde el año 2003, en que perdió la vista. Se anticipa al lugar de la casa al cual se dirige su amo y maúlla para señalarle el camino correcto. Si es necesario, interrumpe su sueño en medio de la noche para ayudar a Robert, ya que también se volvió su gato guardián: lo acompaña a sacar la basura y vuelve maullando todo el camino de regreso a manera de brújula sonar.
Un tercer caso resulta aún más especial. Es el de Pwditat, un gato callejero adoptado en un hogar de Gales, que al llegar a su nueva casa se encontró con un perro que había perdido la vista por las cataratas y desde ese mismo día, es su guía para acompañarlo al patio y a otros lugares. Cabe destacar que nadie le enseñó o motivó tales labores, él solo comenzó a hacerlo por instinto.
Estas hermosas excepciones nos retornan a un punto cero: Los expertos y la lógica nos indican que para estas labores debemos preferir a perros e incluso evitar adiestrar gatos por los riegos que supone, pero la naturaleza y su sabiduría nos muestra con estos ejemplos, que los gatos son capaces de asumir esta responsabilidad e incluso hacerlo de manera voluntaria y autodidacta, lo que nos hace preguntarnos otra vez sobre el potencial de un felino, para ayudar al hombre en su diario vivir.
¿Qué crees tú?¿Está abierta la posibilidad a gatos lazarillos y a su adiestramiento?
Foto CC vía dsc828