La adopción de perros es una práctica que ha ido generando adeptos en los últimos años, sin embargo, aún está lejos de ser una costumbre arraigada dentro de la gente. Día a día podemos ver en la calle varios perros en distinto estado de desatención buscando alguna forma de sobrevivir en ciudades que cada vez son más enajenadas. Mucha gente aún considera a las mascotas como un bien de consumo y otras los observan como una cosa, un elemento decorativo o simplemente como un objeto que siempre está en el domicilio. Esa realidad debe ser cambiada, debemos comenzar a generar conciencia respecto a la adopción y tenencia responsable de perros. En este artículo proponemos explicar los beneficios que conlleva adoptar un perro y comprender por qué son seres tan especiales.
Proteger a un perro en situación de calle es una práctica que nos devuelve parte de la humanidad que perdemos día a día por permanecer en la sociedad que vivimos. Poco a poco perdemos contacto con nuestros pares, volvemos a casa sin deseos de interactuar con nadie y sólo deseamos sentarnos para apagar nuestro cerebro viendo televisión por que el día ha sido desagradable. Vivimos en un mundo en dónde todo se ha vuelto rápido, nos levantamos, desayunamos apresurados, corriendo al trabajo, con suerte vemos a nuestros seres queridos y apenas podemos compartir actos de amor hacia el resto. El adoptar nos permite recuperar nuestra esencia de seres humanos y ayudar a que un animal, que está en la calle muchas veces por culpa de nosotros mismos como especie, pueda recibir una segunda oportunidad. Una de las mayores razones para adoptar un perro es hacer realizar un acto que nos aleja de la enajenación por que volvemos a ver lo que nos rodea y nos hacemos cargo. Pueden ver este conmovedor video llamado Cruzada Callejera que nos muestra las cosas por los ojos de un perrito abandonado.
Mucha gente evita adoptar perros callejeros por la premisa de que no saben que crianza tienen estos animales que han residido toda su vida fuera de una casa, temen a lo desconocido asumiendo que el animal puede ser violento, no tener la educación para vivir con una familia o no saber comportarse con alguna mascota que ya tenga el hogar. Estos prejuicios, muchas veces infundados, pasan por sobre todos los beneficios que conlleva la adopción de una mascota. No es solo hablar de un provecho para la nueva mascota, es también hablar de beneficios para la sociedad en general. Quizás alguien más escéptico podría preguntarse por que hablo de mejoras a nivel social. Es simple, en primer lugar, educamos a las generaciones más jóvenes a ser responsables con los animales, nos hacemos responsables con nuestro entorno, incluso podemos evitar accidentes viales. Todas estas son acciones que nos permiten generar un mejor lugar para vivir, tanto para nuestros hijos como para los animales.
La concientización debe hacerse también con la visión de objeto que se le da a la mascota adoptada. Muchas veces se ampara a un cachorro sólo por su estética, ignorando que crecerá y perderá su imagen de animal de felpa. La venta de cachorros también tiene esto como sustento, un cachorro es sin duda una vida a la que educar y con la cual hay que responsabilizarse ya que no estamos sólo criando una mascota, estamos creciendo junto con un compañero animal. Sin embargo, también debemos ser conscientes con los animales abandonados que tienen mayor edad. Un perro anciano tiene tanto derecho a vivir sus últimos años en paz como cualquier ser vivo. Un perro de edad requiere del mismo amor que podemos entregarle a uno más joven y lo necesitan porque probablemente haya sido privado de él toda su vida. Hay muchas razones por las que podemos sustentar el cuidar de un perro de edad pero la mayor ya ha sido mencionada varias veces: debemos ser responsables con todos los animales. Esa es mayor de las razones para adoptar un perro.
El sensibilizarnos con la adopción de las mascotas en situación de abandono, no sólo debe ser el recoger animales y darles un hogar (muchas veces se asila un animal y no se le da una buena condición de vida) si no también se debe educar a la gente para que genere esta decisión prudentemente. Hay muchas cosas que una persona debe preguntarse antes de adoptar para poder dar la mejor vida a aquel animal que será rescatado de la calle. Debemos ser sinceros con nosotros mismos y entender una mascota es una responsabilidad, que hay que alimentarla, cuidarla, esterilizarla y variadas responsabilidades más para poder brindarle la mejor vida posible. Antes de tomar este gran compromiso debemos preguntarnos a nosotros mismos si estamos listos para adquirirlo, poniéndonos la mano en el corazón y siendo conscientes de que buscamos salvar una vida.