No es un secreto que a diario un montón de animales son abandonados. Habitualmente, cuando caminamos por cualquier ciudad del país nos damos cuenta que hay un montón maltratados, en su mayoría perros y gatos que son las mascotas más habituales entre los chilenos. De forma cotidiana vemos u oímos por un tercero historias que hablan sobre gente que abandona a quienes alguna vez fueron queridos y formaron parte de su familia, por viejos, por falta de espacio, porque nació un bebé y piensan que no compatibilizan, etc…
Afortunadamente, existen personas que diariamente cambian la vida de estos animalitos. Los “callejeritos” como los llaman dulcemente, son los que viven justamente en ese lugar: la calle. Los rescatistas, son individuos que aparte de ayudarles, les buscan un hogar, los alimentan y además le dan una casa de manera temporal hasta encontrar a un dueño responsable. Para saber un poco más al respecto, hablamos con Rodrigo Suárez, un hombre que hace aquella labor desde el año 2009. Le preguntamos cómo ha sido su experiencia “Es una actividad que ha absorbido todo mi tiempo, dedicación y recursos’’ -nos dice- y agrega: ‘’Una vez que entras a algo así es imposible de salirse ¡Dicen que es como entrar la mafia!” pero cuando le preguntamos qué es lo que más valora de esta actividad nos contesta: “¡La satisfacción del deber cumplido! La capacidad de haber podido interactuar en forma directa con la salvación de la vida de seres maravillosos como los felinos y los canes” -contesta alegremente-. Y es normal, ya que a pesar de que esta labor absorbe gran parte del tiempo, el cariño que se le brinda a que buscan amor y cuidados vale oro. Anita María Ramírez, también rescatista, coincide con Rodrigo, cuando nos dice: “Se trata de salvar vidas, de dar una nueva oportunidad. Darle o devolverle la dignidad a nuestros peludos, ver la transformación impresionante que se consigue con el amor, es impagable”.
Además de los rescatistas particulares, existen fundaciones y ONGs sin fines de lucro, cuyos gastos salen de sus propios bolsillos, sin ayuda del estado, y que dedican gran tiempo a esta actividad. Así se puede ver en distintos grupos en Facebook donde se publica información respecto a los perros y gatos encontrados que buscan hogar. Una de ellas es Rescate Felino, una fundación animalista que ya lleva años. Cuando le preguntamos a una voluntaria de nombre Bárbara cómo llevan a cabo aquella labor nos contesta: “Solo con donaciones, ahora estamos realizando una rifa, hay personas que nos ayudan constantemente” y, como es difícil mantener un gatil donde hay más de cincuenta gatos, nos dice: “Los domingos se va a voluntariado para hacer aseo general, los días de semana se hace un mantenimiento del aseo” pero además agrega: “Los gatitos son rescatados en su mayoría de colonias, y luego son recuperados y llevados al gatil, ahí se comienza la difusión y se busca casita”
Generalmente la gente compra mascotas, pero acá te proponemos a que adoptes. Millones de animales esperan un hogar, que tú les coloques un bonito nombre. Múltiples han sido maltratados y buscan a alguien que les de amor. Por otro lado, también debe existir una tenencia responsable. Es decir, que lo lleves al veterinario, lo esterilices -para así no seguir formando el círculo vicioso del abandono-, lleves al día sus vacunas, entre otros.
Cámbiale la vida a un callejerito, adopta un amigo.