Tener una mascota exótica implica varios detalles, entre ellos, conocer la especie que estás adoptando ya que la falta de conocimiento relacionada principalmente con sus cuidados y que determinan directamente su salud, pueden generar consecuencias no muy positivas. Un amante de los reptiles cuenta su experiencia:
Cuando decidí tener una Iguana como mascota, era un principiante y poco conocedor de su especie, pero estaban recién ingresando al país y era novedoso. Por esto, aprender a cuidarla fue todo un desafío ya que generalmente se asoció a la vivencia de experiencias que no siempre fueron muy afortunadas.
La Iguana la obtuve en una tienda de mascotas y el vendedor sólo me indicó detalles básicos, como que podía tenerla en un acuario y que se alimentaban de verduras y frutas. La llamé Tijuana. Frente a este escenario mantenerla era bastante simple, pero al cabo de unos 3 meses Tijuana manifestó una “parálisis” en sus patas traseras y los muslos hinchados. La presencia de Médicos Veterinarios dedicados exclusivamente a animales exóticos, en esos años, era escasa, pero una vez que conseguí uno (actual Director del Zoológico Metropolitano), éste me indicó que el problema de Tijuana estaba relacionado con una falla en la absorción de calcio y falta de vitamina D. Gran detalle!!! que no me fue mencionado al momento de comprarla. La solución era sacarla a tomar sol o ponerle luz ultravioleta en el acuario y entregarle frutas y verduras ricas en este mineral.
Este problema detonó mi inquietud por el aprendizaje y la investigación sobre esta especie. Compré libros y busqué información en internet (en esos años era muy escasa). A raíz del mayor conocimiento que adquirí, cambié su estilo de vida en un 100%, compré un acuario más grande, con placas de calor distribuidas en todo el espacio, luces infrarrojas para aumentar la temperatura del ambiente, luz ultravioleta para favorecer la absorción de calcio y vitamina D, comencé a entregar un mayor aporte de calcio en las verduras y frutas (espinaca, berros, zanahoria, brócoli, acelga, kiwi, plátano, manzana roja), suplementos de calcio (preparados especialmente para ellos), y además le comencé a entregar grillos espolvoreados en calcio, todo esto para que se mejorara y pudiera vivir en las mejores condiciones posibles y revertir el daño generado principalmente por mi ignorancia.
Después de 3 meses con este cambio de vida, Tijuana comenzó a mejorar y a crecer. Una vez que logré entender y aprender de la vida de los reptiles, compré 2 iguanas más en mal estado, para sanarlas y seguí aprendiendo cada vez de ellas.
Tijuana se desarrolló y creció durante 8 años hasta convertirse en una Iguana de tamaño adulto de alrededor de 1,5 metros con cola incluida. Su tamaño impidió proporcionarle lo que ella necesitaba en un simple acuario, así que decidí regalarla a un zoológico para que así su calidad de vida se mantuviera en óptimas condiciones...”
Qué aprendió de todo esto: Es muy importante investigar sobre las especies exóticas que decidamos tener, basarnos solo en lo que nos dice un vendedor de una tienda puede no ser suficiente para entregarle una buena calidad de vida. Mantener reptiles en un ambiente lo más parecido a su estado natural implica costos y tiempo en su mantención, todos estos factores deben ser considerados a la hora de escoger este tipo de mascotas ya que por tomar una decisión apresurada basada solo en lo que te dicen los demás puede causar mucho daño al animal que estas adquiriendo. Nunca olvidar que es un ser vivo y merece el respeto de cualquier animal.