Entre los amantes de los perros, hay quienes sienten una particular fascinación por los perros de raza. Admiran ciertas características potenciadas en algunas razas caninas y buscan reproducirlas, conservarlas y sacarles el mejor provecho.
Hablamos de pedigree, que en rigor, es un documento que certifica la genealogía de los perros, es decir, de dónde provienen, considerando su ascendencia en tres generaciones.
¿Cómo conservar el pedigree?
Cuando se gusta de una raza en particular, el pedigree indica que el perro que se está adquiriendo responde completamente a las caracterísitcas esperadas, tanto físicas, como conductuales. Esto se logra, seleccionando los mejores ejemplares de la raza para la cruza.
Para lograrlo, quienes se dedican a la crianza de perros, suelen investigar el pedigree de la hembra, y buscan un macho que responda adecuadamente a las características esperadas de la raza, teniendo mayor valoración, perros que han sido campeones o hijos de campeones.
Para asegurar la calidad de la cruza, es importante descartar a animales con problemas genéticos o enfermedades, que no responden adecuadamente al comportamiento esperado, o al tamaño, contextura y temple de la raza a cruzar.
Los peligros del pedigree
Sin embargo, la obsesión con el pedigree puede ser peligrosa para los canes. Esto sucede cuando se impone la codicia por sobre la ética.
Existen razas de perros que tienen predisposición genética a padecer ciertas enfermedades, las que se potencian al evitar la cruza con otras razas, que podrían minimizar estos padecimientos.
Lo mismo ocurre, cuando se privilegia la monta de perros sin importar los vínculos de parentesco existentes entre ellos, entonces, puede suceder que se potencien enfermedades presentes en esa familia canina.
Esto es más significativo, cuando se buscan modificaciones genéticas en los perros para lograr desarrollar características determinadas, por ejemplo, criar perros cada vez más pequeños, lo que podría llevar a fuertes padecimientos por parte de las mascotas. Frecuentes son enfermedades como la artritis, desviaciones de columnas, perras incapaces de parir por su pequeño tamaño, entre otros padecimientos.
Por estas razones, cada vez son más los especialistas que alertan sobre los problemas de salud que puede acarrear la cruza indiscriminada de perros para conseguir estándares de belleza canina.
Si bien, podemos amar ciertas características de una raza en particular, por ejemplo, su predisposición al deporte o su temperamento con los niños, es importante no caer en la obsesión por la belleza y, si vamos a dedicarnos a la crianza, favorecer la salud de los perros por sobre el dinero y la estética.
Imagen CC Esparta Palma