No es extraño que alguna vez hayas visto a una persona con discapacidad visual acompañada de un perro lazarillo, puesto que dese hace muchísimos años que los humanos nos apoyamos en los animales para diversos procesos de rehabilitación, ya sea por problemas físicos o psicológicos. En el caso de los perros lazarillos, estos cumplen con la función de ser los ojos (y alguna veces, los oídos) de sus dueños, función no menor ya que les permite tener un mayor grado de autonomía.
Pero no creas que un perro lazarillo es simplemente una mascota. Son animales que se entrenan casi desde su nacimiento y pasan distintos procesos que le permitirán luego obedecer a sus amos y a desobedecerlos cuando la situación lo amerite, puesto que además de guíar a sus amos, deben cuidarlos de las cosas que no pueden ver, llegando a ser tan fieles que son capaces de arriesgar su vida si su dueño está en peligro.
El entrenamiento
Aunque creas que tu perro es extremadamente inteligente, no podría ser lazarillo, ya que estos se comienzan a entrenar desde las 7 semanas de vida, que es el tiempo que se estima necesario para que los perros reciban el amor y disciplina de su madre. Luego de eso, pasan por diversas pruebas para comenzar a reconocer sonidos, acostumbrarse a lugares extraños, deben aprender a caminar con correa y a recibir órdenes sencillas, como sentarse o recoger un juguete. Se quedan con familias adoptivas que les ayudarán a socializar y llevar los procesos correctamente.
Al año de edad es cuando empiezan su entrenamiento formal, pasan a ser estudiantes de la escuela de entrenamiento. Es ahí cuando comenzarán a aprender comandos y a desobedecer de manera inteligente. En esta etapa es cuando el perro debe aprender su responsabilidad como guía. Ya que su amo no podrá ver, el perro tendrá que acostumbrarse a usar su arnés, ya que su amo se guiará por los movimientos de la correa para caminar. Así que aprenden a caminar en linea recta, a girar en ambos sentidos e incluso a esquivar obstáculos colgantes, como ramas o carteles, que aunque no queden a su altura pudieran dañar a su amo.
Con el tiempo el adiestramiento se torna mucho más específico ya que el perro deberá ser capaz no sólo de guiar. Debe poder subir al transporte público y buscar un asiento vacío para su dueño, debe aprender a buscar puertas o escaleras por comando y tiene que ser capaz de comportarse en lugares públicos, tales como restaurantes, tiendas u oficinas. Cuando el adiestramiento en la escuela está completo, se le asigna un dueño y éste debe realizar un curso puesto que va a ser quien cuide al perro y debe saber cómo lo ayudará. El perro debe, además, adecuarse a la casa de su amo y conocer las rutas que ayuden a la persona según sus necesidades.
Razas de perros guía
No cualquier perro es entrenado para ser lazarillo, puesto que necesita cumplir con ciertas cualidades, como una altura adecuada, poseer un alto grao de vivacidad cerebral, ser sociable tanto con humanos como con otros animales, no poseer un alto grado de agresividad, entre otras más cualidades más específicas. Tienen que ser capaces de adecuarse a situaciones impredecibles, no pueden ser asustadizos frente a sonidos extraños o a vehículos y deben ser lo suficientemente dóciles para poder ir por la calle entre la gente, en lugares públicos o en medios de transporte donde estará expuesto a mucha gente y a otros animales.
Es por esto que las razas preferidas para esta labor son el Pastor Alemán, el Golden Retriever y el Labrador Retriever. En algunas ocasiones se ha adiestrado a otras razas, como collies, dálmatas o doberman, pero no es común. Estos perros demuestran tener las habilidades sociales y mentales necesarias par cumplir correctamente con su labor como lazarillos, además de ser muy cercanos con sus amos en la medida que estos les demuestran su cariño.
Recuerda siempre que estos perros cuando están con su arnés, están trabajando y no son simples mascotas. Por lo tanto, tu interacción con ellos no puede ser como con una mascota cualquiera a quien le haces cariño o le das comida. Su labor implica mucha concentración, así que no los distraigas. Pero si está sin el arnés y su dueño te autoriza, puedes hacerles cariño, son perros muy cariñosos y dóciles.