La Organización Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales, tuvo la ida de usar a niños desde entre 3 y 5 años, quienes debían actuar como bestias silvestres, en una campaña para generar conciencia en relación al maltrato animal.
Durante la selección de los niños que actuarían, los productores le advirtieron a los padres que sus hijos deberían trabajar en condiciones que incluían pasar hambre y sed, estar sometido a estrés y hasta ser objeto de choques eléctricos y amputaciones, algo que viven en carne propia miles de animales silvestres cuando son empleados en películas.
Los padres se muestran primero sorprendidos y luego escandalizados, preguntando al equipo si esas técnicas las han probado consigo mismos y asegurando que estas acciones son denunciables.
Pero todo esto era parte de la campaña que estaba siendo rodada, para el video que muestra las reacciones reales, donde los niños vestidos de animales salvajes, eran protegidos por sus padres que no les parecían la condiciones que ofrecían los productores.
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