Los Galgos son originarios de España, y según la FCI, están incluidos dentro del grupo de los "lebreles" (debido a la actividad que desempeñaban), los que se dividen en pelo corto o duro. Son considerados raza pura, ya que sus características se han adquirido con el paso del tiempo, no con el cruce entre razas.
Estos perros se caracterizan por ser rápidos y ágiles, por lo que originalmente eran usados para cazar conejos, liebres y ciervos. También han sido usados para hacer carreras y son considerados uno de los animales más rápidos del mundo, llegando a alcanzar velocidades de 69 km/h. Su aspecto es estilizado y dan la impresión de aerodinámicos, ya que incluso su cabeza es más delgada y larga de lo común.
Pueden detectar objetos a 800 mts de distancia y su rango de visión es de 270º, por lo que incluso pueden detectar objetos que se encuentran detrás de ellos.
Dentro de los Galgos hay distintas razas: Galgo Afgano, Saluki, Borzoi, Galgo Irlandés, Lebrel Escocés, Galgo Español, Greyhound, Whippet, Pequeño Lebrel Italiano, Galgo Húngaro, Azawakh, Galgo Árabe y Lebrel Polaco. Aunque todos ellos son considerados "Galgos", el Galgo Español es el más representativo .
Actualmente, se ha convertido también en animal de compañía, llegando a ser una excelente mascota, por su carácter dócil, noble y muy obediente, por lo que es muy fácil entrenarlos. Además se adaptan con facilidad a los espacios y a diferentes climas. Si es paseado adecuadamente, será muy tranquilo dentro del hogar y a pesar de su fama cazadora, se le ve compartir su espacio fácilmente con otros animales, incluso conejos y gatos.
Estos dulces animalitos, suelen tener problemas de displasia de cadera, por lo que es importante que se controle con un veterinario. Han sido muy maltratados a través de la historia, especialmente en su país de origen, España, ya que una vez que les "sacan el jugo" en la caza, se deshacen de ellos de la manera más cruel, abandonados, ahorcados, golpeados e incluso mutilados. Esto a pesar que en sus inicios pertenecían a la clase más noble, incluso a la realeza; un claro ejemplo de ésto, es que la misma Cleopatra tenía uno.
Los Galgos son mascotas de las cuales te vas a enamorar fácilmente, pero debes tener en cuenta que necesitan espacio o paseos frecuentes para que se mantengan saludables. Una vez que llegue uno a tu vida, nunca más querrás que se vaya.
Imagen CC: Daisyree Bakker