Toda mi vida he tenido gatos y varias veces me he cambiado de casa. La primera vez, mi gata estuvo de malas una semana completa. No quería comer, ni tomar agua, ni dormir, ni menos ir a su caja sanitaria. No daba más de estrés. Hasta que se acostumbró. Asumí que podría ser, porque el cambio de casa con patio a departamento era drástico (si para uno lo es, me imagino cómo lo vive un pobre animal que no entiende qué pasa).
Sin embargo, hace un par de semanas me cambié de departamento. Ahora tengo otra gata, una siamesa encantadora y muy apegada a su hogar. Por lo mismo, me preocupó que fuera a pasar por lo mismo que su antecesora tantos años atrás, así es que me preparé para que todo resultara lo más cómodo para ella posible. Leyendo, preguntando a amigos y al veterinario, adopté una serie de medidas que hicieron que mi gata no sufriera ningún trauma ni daño para su salud.
Aquí algunos tips:
1. El día de la mudanza dale su alimento temprano y asegúrate de que haga sus necesidades.
2. Antes que comience movimiento de cajas y muebles, encierra a tu mascota en un cuarto de la casa donde no entre nadie. Déjale su cama y algunos juguetes. Si es necesario, después anda cambiándolo de lugar, pero siempre con sus cosas y con la puerta y ventanas cerradas (ten en cuenta que los ruidos los estresan mucho).
3. Al momento de cargar, deja las pertenencias de tu mascota a la mano, porque será lo primero que necesites cuando llegues al nuevo hogar.
4. El traslado debe ser en maleta de viaje y siempre junto a ti. Tu voz y tu olor lo tranquilizarán durante el viaje.
5. Al llegar a tu nueva casa, repite el encierro en un lugar donde nadie lo moleste. Con todas sus pertenencias (los olores familiares son fundamentales para ellos).
6. Los primeros días deberás tener las ventanas y puertas cerradas, hasta que tu gato se acostumbre a su nuevo espacio y no quiera salir arrancando (si es departamento, las mallas de seguridad te ahorran el problema).
7. Una vez que esté todo descargado y en su lugar, y la gente extraña (por ejemplo, los de la empresa de mudanzas y quien te haya ayudado con el cambio) se hayan ido, puedes soltar a tu gatito para que comience a recorrer el lugar. Lo importante es que vea a la gente y escuche las voces a las que está acostumbrado.
8. Juega con él, hazle cariño, muéstrale dónde estará su comida y su baño lo antes posible para que se adapte.
Siguiendo estos simples consejos, estarás evitando que tu minino pase malos ratos y pueda ser feliz en un nuevo hogar, donde tendrán que aprender a convivir nuevamente.
Imagen CC jacinta lluch valero