Es muy cierto que el perro es el mejor amigo del hombre, pero los dueños de Akitas sabemos que esta frase tiene un profundo significado en nuestros perros. Los Akitas son una raza que desciende directamente de los lobos, poseen instintos muy territoriales, por lo que resultan buenos perros guardianes. Además, la lealtad es algo muy arraigado en sus genes.
La historia de los akitas se remonta hace cientos de años en el Japón feudal, cuando eran los perros guardianes de la realeza japonesa. En la actualidad se conocen 2 tipos de razas: akita inu y akita americano. Si eres dueño de un Akita de seguro te sentirás identificado con los siguientes puntos:
1. ¡Son muy peludos! (tienen doble pelaje), por lo que no pasan frío y a la hora que querer vestirlos o abrigarlos, es un lío ponerles ropa. Hay dos opciones: o las hacen pedazos o perdiste y se quedan sin vestir. Si eres dueño de un Akita, sabes que es una tarea imposible.
2. Además cambian de pelaje y dejan lleno de pelos y mechones a su alrededor y tu ropa; es inevitable que las alfombras, sillones y hasta tu cama no tengan pelos de él. Si tienes un Akita en tu casa, sabes que debes cepillarle el pelo con frecuencia.
3. Son muy limpios, cada vez que tienen la oportunidad, se dan un baño en un río o arroyo, además de mantener limpio el espacio donde se mueven y, por lo menos mi 'Conan', cuando ya es tiempo de cambiar sus sábanas (mantitas de su casa) las saca y las deja en la puerta de la casa para que mi mamá se las cambie y cuando están muy sucias, las hace pedazos y las tira lejos. Él toma muy en serio su higiene.
4. Los Akitas son muy territoriales y no les gusta compartir su espacio con otros perros o mascotas, por lo que si tienes uno, debes acostumbrarlo desde cachorro a las demás mascotas de la casa. A mi Conan lo acostumbramos a las otras cuatro perritas de la casa, pero como se crió con ellas, agarró sus malas costumbres y no puede ver un gato. Los pobres mininos ahora solo andan por el techo y no pueden bajar sin que Conan los amenace. El punto a favor es que cuando alguna de las perras esta en peligro, Conan las defiende como el hombre de la casa.
5. Como son perros muy dominantes, necesitan adiestramiento desde pequeños si no quieres pasar malos ratos cuando sea más grande, sobre todo cuando salen de paseo. Cuando sacamos a Conan a pasear tironea mucho y aprovecha de marcar su territorio, es un desafío evitar que se pelee con cada perro que pasa cerca, muchas veces ha cortado la cadena o nos deja enredados en ella.
6. Si viste la película "Hachiko siempre a tu lado", en donde un Akita espera fielmente a su amo en la estación de trenes, sabes que esta situación se aplica a tu vida. Los Akitas son muy leales, andan siempre al lado de su amo y no les gusta despegarse de él, son tan cargantes que incluso te siguen hasta el dormitorio y si pudieran, te acompañarían hasta el baño. A un Akita es imposible no tomarlo en cuenta o criarlo como una mascota cualquiera, en sus genes está determinado ser uno más de la casa.
7. Los Akitas no acostumbran a ladrar, algo que se agradece sobre todo cuando uno quiere dormir. Sólo lo hacen cuando protegen su territorio o cuando se encuentran con otros animales, por lo que pasan desapercibidos, por eso cuando ladran todos quedamos tiritones del susto.
8. Aunque parezca un perro grande, imponente y por sus características de buen perro guardián pueda generar un poco de miedo, los Akitas son muy cariñosos con la familia y los niños, siempre quieren regalonear y se pegan como lapa a quien le demuestre un poco de cariño.
9. Ver crecer a un Akita desde cachorro es una de las cosas más bellas y adorables del mundo. Al principio son una bola de pelos que muerde todo a su paso, pero con el tiempo van levantando las orejitas y enroscando la cola, hasta transformarse en un imponente perro guardián. A muchas personas les llama la atención y son muy populares por la fama que les dio la película de Richard Gere, 'Hachiko', por eso cuando Conan sale de paseo, es inevitable que la gente pregunte por su nombre, edad, raza, etcétera. Si hasta pololas consigue.
10. Con una buena educación, los Akitas avisan cuando quieren hacer sus necesidades. Conan desde niño aprendió a gruñir cuando quiere ir al baño y a tocar la puerta cuando se levanta con hambre (aunque sean las 6 de la mañana), a diferencia de las otras perras de la casa que no avisan y no hay caso de que aprendan. Los Akitas son muy obedientes y a veces pareciera que entendieran todo lo que uno les dice.
Tener un Akita es una experiencia enriquecedora como amante de los animales, es un desafío constante pero la recompensa es una fuente de amor, cariño y lealtad inagotable.
Imagen CC Mori No Kodomo