Aunque sea difícil de imaginar, hay situaciones en que nuestros peludos -siempre entusiastas ante cualquier tipo de bocado- no quieren comer. Estas cosas suceden por razones específicas que hay que cuidar y que pueden ser causa de la anorexia en perros.
Esto sucede, porque el organismo del animal -por la razón que sea- es incapaz de activar la parte del cerebro que le impulsa a comer, o porque algún transtorno físico frena su apetito, radicalmente.
En el primer caso, la vejez y los golpes en la cabeza son factores que desencadenan la anorexia, mientras que en el segundo caso, las causas pueden ser muy variadas; desde una obstrucción intestinal, hasta un severo cuadro de estrés.
A diferencia del ser humano, los perritos que padecen anorexia no sufren trastornos psíquicos, si no que físicos. Los casos de perros anoréxicos, según veterinarios, no son habituales, aunque pueden darse situaciones de animales enfermos o que sufren un cambio brusco en su entorno, que les cause ansiedad o miedo.
La inseguridad es otro de los motivos; si tiene miedo no se acercará al plato de comida con tranquilidad, porque es uno de los momentos en los que se siente más vulnerable frente a sus enemigos. Comer es bajar la guardia y sólo recobrará el apetito cuando se sienta seguro.
Consecuencias La inapetencia prolongada, puede ser devastadora para nuestro peludito. Bastan diez días sin comer, para que todo el organismo comience a fallar y quince o veinte, para que muera por inanición.
Por eso hay que tener mucho cuidado con la falta de apetito en las siguientes situaciones de riesgo:
-
En perros con pérdidas de peso superiores al 10% de su peso habitual
-
Perros que hayan sufrido una intervención quirúrgica
-
Canes que padecen nauseas o diarreas prolongadas
-
Peludos con heridas o quemaduras, trastornos que impliquen fiebre, infecciones o traumatismos
-
Perritos que padezcan enfermedades crónicas o estén en tratamiento con antibióticos
Medidas de urgencia Si tu peludo pasa más de tres días sin comer, debes preocuparte y tomar medidas. Además de llevarlo inmediatamente al veterinario, debes:
-
Mantener su nariz limpia para que el olor del alimento le estimule el apetito
-
Darle comida más apetitosa (el pollo deshuezado con arroz, es una buena alternativa)
-
Recurrir a fármacos estimulantes del apetito recetados por el veterinario (algunos traen complementos como el Omega 3)
-
Tratar de que el perrito coma dándole con la mano o introduciéndole los alimentos en el hocico, para ayudarle si es necesario
Si nada de esto resulta el médico veterinario tendrá que aplicar alimentación intravenosa e investigar la raíz del problema. Lo importante es estar siemrpe atentos y no entrar en pánico si nuestro peludo rechaza el alimento tras hacer mucho ejercicio o si tiene la mente en otro lado, como en una hembra en celo, o si hay alteraciones en el ambiente.
Hay veces en que no comen simplemente para llamar la atención o porque se aburren del mismo tipo de comida, pero esto no será por más de un día, así es que a estar atentos, ya que si el rey de la casa se niega a realizar su actividad favorita (comer), es porque algo nos quiere decir.
Imagen CC Julio César Cerletti