Las mascotas son parte muy importante en la vida de cada familia. Así, se han convertido en un miembro más de este núcleo. No obstante, cuando un animal se enferma y llega el momento de sacrificarlo, la decisión se torna difícil de enfrentar, tanto, que muchas veces sus dueños experimentan un profundo pesar.
En lo personal, pasé por esta situación hace cinco años. Mi perrita "Sasha", tuvo un distemper severo y el veterinario decidió que la opción más favorable para ella sería sacrificarla. Sin duda, fue algo muy complejo. La primera reacción fue cuestionar aquella sentencia, ¿estaría en lo cierto el médico? ¿debía consultar a otros veterinarios?
La verdad es que, como ocurre con otras situaciones difíciles, lo primero fue la negación. Aunque luego debí aceptar la noticia y sólo quedó lidiar con la pena. Es inevitable recordar todo lo que ella significó en la vida de nuestra familia, fue una perra simplemente fiel. De raza pastor alemán, bella, protectora y muy cariñosa. Le encantaba jugar con todo lo que tenía a su alcance y más de una vez, destrozó ropa y algunos cables que encontró en el patio.
No es fácil ver partir a una mascota, sobre todo cuando se han compartido innumerables instantes de alegría con ella. Al respecto, acá te entregamos algunos consejos para que enfrentes de la mejor manera este momento:
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Al sacrificar a una mascota es importante entender que la razón es su alivio, por ello es necesario enfocarse en su descanso antes que en nuestra tristeza.
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Luego de aceptar la situación, debemos saber que vendrá un tiempo de duelo. Como sucede con cualquier pérdida relevante, tenemos que vivir inevitablemente una pena.
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Sin embargo, es un sentimiento que irá desapareciendo con el tiempo hasta que estemos preparados para vivir con esa ausencia o bien, para volver a tener otra mascota. En este sentido, nunca te cierres ante esa posibilidad, recuerda lo feliz que fuiste con tu regalón y quizás entenderás la alegría que puedes volver a experimentar al tener otro animalito.
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Finalmente, ten presente que los niños y los ancianos son las personas más susceptibles cuando una mascota nos deja, por eso es fundamental prestarles mayor atención y entender si su duelo es más prolongado.
Y tú, ¿has vivido la pérdida de una mascota?