Hace pocos días, les contamos sobre la última investigación canina que reveló, que los perros son más inteligentes que los niños de dos años. Ahora, los sorprendemos con un nuevo estudio, que asegura que nuestros amigos perrunos, reconocen el olor de sus amos y reaccionan positivamente ante él. Lo que hace el olor de los amos, específicamente, es activar las zonas del cerebro del perro, que están relacionadas con el placer. Es decir, cuando un perro percibe el aroma de su dueño, de alguna manera, se siente igual que una persona, cuando huele el perfume de alguien a quien quiere.
Así lo aseguró Gregory Berns, de la Universidad Emory de Atlanta (Estados Unidos) e investigador principal del estudio. Para confirmar esto, el experto entrenó a los canes para que pudieran estar quietos y así poder practicarles una resonancia magnética del cerebro. La idea, era observar las mentes de estos animalitos y así, medir la actividad de las células nerviosas de su cerebro. "Empezamos el proyecto hace tres años, para averiguar qué piensan y sienten los perros", dice Berns, que junto con su equipo, estudia las zonas del cerebro de los perros que son similares a las de las personas, como por ejemplo, las estructuras relacionadas con la recompensa.
De esta manera, el investigador pudo captar imágenes de 12 perros, incluyendo 5 especializados en terapia y a su propia perrita "Callie", para probar su respuesta a los olores. Lo que hicieron, fue mostrarles cinco gasas con diferentes fragancias: la de una persona conocida, de un desconocido, de un perro que vive en la misma casa, de un perro desconocido y su propio olor.
A través de estas pruebas, los investigadores descubrieron que el núcleo caudado -una zona del cerebro asociada con las expectativas positivas- se activa más ante el olor de una persona conocida, lo que no sólo comprueba que los perros pueden distinguir a quienes conocen, sino que tienen sensaciones positivas hacia ellos y además, que el olor de esas personas permanece en la mente del perro. Respecto de los otros cuatro casos, las imágenes no mostraron respuesta significativa, por lo que en segundo lugar -en cuanto a reconocimiento- quedaría el olor de un perro conocido. "Sé que cuesta pensar que los animales tienen sentimientos parecidos a los de las personas, pero yo creo que es así", concluye Berns. ¿Qué piensan ustedes? ¿Sus perros los reconocen siempre por el olor?
Fuente: National Geographic