Estamos celebrando el Día Internacional del Gato, un animalito que despierta verdaderas pasiones entre sus amos, dada su gran inteligencia, espíritu travieso, independencia y la inmensa ternura que son capaces de entregar.
Muchos hemos sucumbido ante los encantos de los simpáticos felinos. Ejemplo de ello es un grande de la música: el inmortal Freddie Mercury, vocalista de “Queen”, quien simplemente deliró con ellos. A tanto llegó su obsesión por los mininos, que en su casa de Londres acogió nada menos que a nueve: Tom, Jerry, Óscar, Tiffany, Delilah, Goliath, Miko, Romeo y Lily, a quienes incluso heredó parte de su fortuna.
Tal fue el amor que el ídolo del rock sentía por sus felinos, que incluso los llamaba telefónicamente durante las giras, pidiendo que los acercaran al auricular. La mayoría de sus mascotas provenía de Blue Cross, asociación protectora de animales profundamente arraigada en Inglaterra. Se trataba de gatos callejeros que fueron rescatados y posteriormente adoptados por Freddie. Solamente Tiffany - una gatita himalaya - provenía de un criadero, desde donde fue adquirida por Mary Austin -su ex novia y mejor amiga por toda la vida -, quien se la obsequió.
La pandilla gatuna era muy feliz junto al cantante: estaban muy bien cuidados e incluso, algo mimados. Cada uno de ellos recibía en Navidad un calcetín repleto de alimentos y juguetes; además, podían pasear por los enormes jardínes de la mansión de Freddie. ¡Sin duda, un paraíso felino! El líder de Queen los amaba tanto, que dedicó a ellos (y a todos los amantes de los gatos) su primer álbum solista, Mr. Bad Guy.
Pero sin duda, su regalona era Delilah, una hermosa gatita tricolor para la que también compuso una canción (incluida en el disco “Innuendo”, 1991). Tan apegada era a su amo, que corría a refugiarse en sus brazos cada vez que se sentía amenazada. La felina acompañó al cantante en su larga agonía, sin moverse de su lecho de enfermo hasta el momento mismo en que falleció. Puedes oír el tema que Freddie le dedicó después del salto (incluidas fotos y subtítulos)
Que Freddie Mercury fuese un cat lover era más que una de sus características: constituía una parte de su ser, de su definición. Por ello, en el último video que grabó junto a Queen - con el cual se despidió de su público - usó un chaleco estampado con la fotografía de sus regalones, tal como puedes ver en el video a continuación.
Y tú, ¿cuánto amas a tus gatos?