Pocas cosas son más estresantes para un amo que ver a su perro pelearse con otro. En estas situaciones, los peluditos se vuelven particularmente agresivos y la ira los enceguece; por tanto, no sabemos cómo separarlos y evitar que se lastimen.
El pánico de ver sufrir a nuestro regalón y la urgencia que exige la situación nos lleva a proceder de manera equivocada. Tendemos a intentar apartar a los contendientes a toda costa, poniendo en riesgo tanto su integridad como la nuestra. En Mascotadictos te contamos qué actitudes debes evitar asumir ante una pelea canina, a fin de no empeorar las cosas:
Primero, no grites ni te alteres. Mantén la calma aún cuando te resulte difícil y por dentro estés muriendo de angustia. Si gritas, tu mascota se pondrá aún más nerviosa y eso no contribuirá a apaciguar los ánimos. Tampoco intentes separarlos con tus manos o tirar de su collar: cuando tu perro se siente amenazado, no distingue entre la contención y el peligro. ¿Resultado? Podría lastimarte. Por último, no los golpees, a menos que quieras sumarte a la “mocha”.
Hay una forma adecuada de reaccionar ante una pelea de canes. Toma nota e interioriza, ya que sabemos que cuesta mucho mantener la mente fría en situaciones extremas; pero si deseas realmente ayudar a tu peludito ¡temple de acero! y manos a la obra: desvía su atención. Cuando pelea, está concentrado en el enemigo; por ende, distraerlo te ayudará a calmarlo. Obviamente, no servirá silbarle ni arrojarle su pelota favorita. Lo más recomendable es tirarles una manta encima (puede ser una sábana o un cobertor) o rociarles agua con un atomizador. Esto los descolocará, ocasión que aprovecharás para separarlos. Para estos fines, también es de utilidad un ruido fuerte que el peludito no esté acostumbrado a escuchar (como una campanilla o el sonido de una corneta).
Lo ideal es - ante todo - prevenir que nuestro perrito pelee. Para ello, debemos reconocer los momentos en que puede ponerse agresivo ante la presencia de otro can: cuando no le cae bien, suele ponerse frente a él, adoptando una posición rígida y erguida. Si percibes esto, tómalo en tus brazos o distraelo antes de que las cosas se pongan feas. Pon mucho ojo también si intenta montar a otro animal, lo cual puede ser tomado por éste como una afrenta. Puedes reconocer sus intenciones si camina en círculos, agitando la cola en alto y levanta una pata delantera. Ante estos signos, mejor llévatelo del lugar. Y en todo momento vigila con atención sus juegos con otros canes, ya que entre éstos alguno puede “picarse”. Prevenir te ahorrará unos cuantos sustos y malos ratos, así como también varias magulladuras a los peludos en cuestión. ¡Así es que ojo con las señales!
Y tú, ¿qué haces cuando tu perro enfrenta una pelea?