Hay cosas que simplemente no se justifican, por muy amantes que seamos de los animales, como por ejemplo el tener a animales grandes en lugares pequeños. Es cierto que cada vez se hace más difícil acceder a tener un hogar con patio o con espacio suficiente para que nuestras mascotas no pierdan su esencia, jueguen y se logren recrear como animales que son. Este fenómeno ha causado que domestiquemos a los animales al punto de humanizarlos. Sin embargo, existen alternativas para quienes se mueren por tener un perro o un gato pero que no cuentan con mucho espacio para ello.
La solución: razas pequeñas. Las de perros ya son conocidas; beagles, yorkshires, chiguaguas, maltés y poodles llenan departamentos en nuestro país. También más de algún quiltro bonito, pequeño y cariñoso anda dando vueltas por ahí.
Pero si no encontramos gatos con estas características, podemos preguntar por algunas razas que se caracterizan por ser muy pequeños. Una de estas razas es la rusty: gatos que miden entre 35 a 43 cm de cabeza a cola y pesan aproximadamente un kilo y medio. Otra es la de los gatos balinés, gatitos muy pequeños y graciosos, que requieren mucha atención. También son denominados “los bailarines de bali”, por su gracia y encanto.
Los gatos singapura son denominados como los más pequeños del mundo. Estos mininos nacieron en las calles de Singapur, se caracterizan por tener el pelo corto y suave, por ser de color marrón o beige y por denominarse “sepia agutí” o “marrón marcado”.
Claro que si queremos tener uno de estos gatitos, debemos informarnos sobre los cuidados que deben recibir.
¿Te gustaría criar a uno de los gatos más pequeños del mundo?