El estrés es una reacción fisiológica del organismo frente a una situación de emergencia en la que debemos prepararnos para afrontarla. Hoy en día se tiende a darle un tinte más negativo ya que puede acabar en modos de vida que desencadenarían problemas graves de salud.
Este efecto no es inherente sólo al ser humano, también la podemos encontrar en los animales como nuestros perros o gatos, aunque no lo creamos. Es más, muchas de las situaciones que a nosotros nos producen estrés, a ellos también.
Susana Pérez, veterinaria del centro médico para mascotas Home Clinic, indica que “los animales en los que más vemos el estrés son aquellos que son extremadamente regalones de sus amos y no soportan quedar solos. También, aquéllos que no se les saca a pasear, los que pasan de vivir en un espacio grande a uno pequeño o cuando llega un nuevo integrante a la familia, por ejemplo”.
En nuestras mascotas podemos ver estas manifestaciones al observar diarreas, problemas estomacales y complicaciones para dormir o descansar. Al aumentar su consumo de energía tras lidiar con el estrés, sus reservas se agotan rápidamente, lo que los hace más propensos a enfermarse.
Asimismo, otros síntomas pueden ser los cambios drásticos de conducta como el ser más agresivos o al gruñir. Tu mascota podría estar mordiéndose, lamiéndose o masticándose a sí mismo hasta producirse lesiones en su piel.
Por ejemplo, en el caso descrito de un perro que no sabe estar sin compañía, difícilmente soportará el estar solo y comenzará a orinar en cualquier parte, a romper cosas o a aullar sin parar (muchas de las conductas que no nos gustan y no sabemos por qué se producen).
Algunas de las situaciones que podrían estar produciéndole estrés a tu mascota son:
- La llegada de un nuevo miembro a la familia o nueva mascota
- Un cambio de casa
- Algún viaje largo y agotador
- Cambio de dueño
- Exposiciones a otras mascotas (la presencia de muchos otros animales podrían alterar al nuestro)
- Aburrimiento
- Ausencia del dueño
- A veces, por ser sensitivos, adoptan nuestro estrés como suyo
Muchas de estas causas pueden ser previstas y, por ejemplo, en el caso de algún viaje, ayudarles al brindarles mayor comodidad. Al cambiarse de casa, procurar mantenerles un lugar similar, con sus mismos juguetes o frazadas no lavadas, para que conserven el olor y eso facilite el acostumbramiento. Sacarlos a pasear para que no se aburra y que pueda ejercitarse también.
Es primordial, en el caso de alteraciones de conducta, pedir ayuda a un especialista (etólogos) para así poder encontrar la solución específica al problema de cada mascota. Recuerda que todo tiene solución y que con un poco de paciencia y cariño, podemos ayudarlos a que se sientan mejor.
¿Qué haces tú para reconocer y calmar el estrés de tu mascota?
¿Mi mascota tiene estrés?
Publicado
por
Rayo