Dormir con tu perro puede ser una de las cosas más bonitas del mundo. Te sientes acompañado, protegido, y a veces hasta ayuda a relajarte después de un día difícil. Hay estudios que dicen que puede reducir la ansiedad, y dar mucha tranquilidad. Además, para el perro también puede ser muy reconfortante estar cerca de su humano.
Al final, es una decisión muy personal. Si a ti y a tu perro les funciona, adelante. Solo asegúrate de que ambos estén cómodos, limpios y con espacio suficiente. Y si no es lo que esperabas, no pasa nada, tu perro te va a seguir queriendo, aunque duerma en su camita.