Cuando se habla de animales venenosos uno puede pensar en terribles serpientes asiáticas, insectos de la espesa selva amazónica o salvajes criaturas del fondo del mar. Pero en Chile, para tu sorpresa, y para la nuestra también, habitan una serie de animales peligrosos que, potencialmente, podrían darte más de algún dolor de cabeza en algún viaje dentro de nuestro país:
-Medusas: Son feos, primitivos y, aún así, pueden causar un daño tremendo a nuestra piel. Estos animales, que pueden alimentarse de presas grandes como peces y crustáceos, poseen en la pared de su cuerpo un tipo muy especial de células denominadas cnidoblastos o cnidocitos, que contienen un líquido urticante. Cuando el cnidoblasto es estimulado por el roce, se produce la salida violenta de un filamento interno que penetra en la presa y le inyecta el líquido urticante, causándole paralización y muerte.
Particularmente peligrosas resultan ciertas medusas, cuyo poder urticante puede llevar a la producción de dolorosas ronchas, además de varios casos de muerte en pocos minutos.
-Peces: Existen algunas especies que tienen glándulas venenosas en la piel, particularmente en sus espinas y aguijones. Es frecuente ver este mecanismo de defensa en varias especies de rayas. Estas tienen sobre la cola un poderoso aguijón con el que inyectan el veneno a sus víctimas. Este es el caso del "pez-águila", una especie del litoral chileno que causa accidentes extremadamente dolorosos.
El "bagre de mar", también es otro portador de largas espinas venenosas situadas a ambos lados del cuerpo sobre los pliegues de piel que cubren sus branquias, y que acciona al mover violentamente la cabeza. Las terribles heridas de este pez, muy común en las pozas litorales del país, son de lenta cicatrización.
-Anfibios: Los anfibios, contrario a lo que pudiera pensarse, son capaces de elaborar toxinas. Estas son producidas en sus glándulas y pueden ejercer acciones paralizantes sobre el corazón y la musculatura del pecho. Eso sí, son prácticamente inofensivos y sus venenos más que nada parecen tener una función protectora, ya que al entrar en contacto en lugares como la boca causan una intensa irritación.
Entre las glándulas productoras de venenos en los anfibios destacan las paratoides, situadas por detrás de los ojos y que son muy evidentes en los sapos bufo, los que existen en Chile en diversas variedades.
- Reptiles: Son las venenosas por excelencia, pero nadie se imagina que el norte de Chile puede ser el hogar de tres peligrosas especies. La "culebra de cola corta", distribuida desde Perú hasta Chiloé, reconociéndose a lo largo del país diversas variedades, de color pardusco y unos 45 cms. de longitud; La "culebra de cola larga", Philodryas chamissonis, extendida entre Atacama y Valdivia y de una dimensión que puede alcanzar los 150 cms; y por último, la "serpiente marina", Pelamis platurus, de las regiones cálidas del Pacífico e Índico y que se describe para Chile en las aguas de Isla de Pascua. Tiene hasta unos 40 cms. de largo.
Los casos más frecuentes de mordeduras de serpientes han sido por las culebras terrestres en los dedos u otras partes de las manos de personas que las han tomado y los efectos debido a estos reptiles desaparecen en forma espontánea en unos 4 o 6 días.
- Arañas: Son otro clásico de los animales venenosos y las que tienen mayor presencia. Aquí existen especies de arañas venenosas capaces de producir efectos mortales, como la "araña de trigo", la "viuda negra" o la "araña de abdomen colorado" y la "de los rincones". Todas ellas son capaces hasta de matar a una persona, pero siempre en un contexto accidental, jamás defendiéndose, puesto que actúan solamente al ser tocadas accidentalmente.
La araña de los rincones, por ejemplo, es una especie domestica que se encuentra durante todo el año en los rincones oscuros de las casas. Se le puede encontrar detrás de cuadros, muebles y en ropas colgadas de las paredes. Es una araña propia de la noche y de color café que varía desde tonalidades claras a oscuras, presentando en el abdomen un matiz más intenso que el resto del cuerpo y las patas. Su tamaño es entre 4 y 6 cm. de diámetro.
Lo que su mordedura puede producir una herida en la piel o algo más grave como una complicación cutáneo-visceral o sistémica. Lo primero se traduce en dolor intenso, que va desde el sitio afectado hacia zonas vecinas formando una extensa hinchazón. En la segunda se desarrolla una eliminación de glóbulos rojos y hemoglobina por la orina, fiebre alta y compromiso sensorial. Incluso, puede conducir a la muerte en menos de 48 horas.
Te mostramos un video para conocer a este letal arácnido
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Así que, ya sabes. A tener muchísima precaución con cada nuevo lugar que recorras y descubras de nuestro lindo país.
Animales venenosos... ¿EN CHILE?
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Mascotadictos