El Lémur Volador (Cynocephalus volans), es uno de los animalitos más raros que podrías conocer. Si bien es un mamífero y vive en las alturas de los árboles, tiene la capacidad de planear hasta 70 metros de distancia. Esto se debe a que posee membranas llamadas patagio que unen sus patas, dejando solo libre la cabeza. Cuando las estira, puede llegar a medir hasta 60 centímetros de largo y se transforma en un perfecto paracaídas, el cual le permite "volar" entre las copas de los árboles. Esta especie es endémica de Filipinas y actualmente no se encuentra en peligro de extinción. Para ser más precisos, se encuentra en un grado menor de preocupación.
No solo la membrana es algo llamativo. Su cuerpo mide entre 20 a 30 centímetros, siempre y cuando incluyamos su cola en esta medida. Puede llegar a pesar hasta dos kilos, aproximadamente. Posee un pelaje suave, con tonos rojizos, marrones y grisáceos. Esto último es de suma importancia, ya que le permite camuflarse entre las hojas de las copas de los árboles. Su alimentación es a base de hojas y algunos vegetales. Su hábitat es algo húmedo, por lo que sus patas poseen cinco dedos con garras muy fuertes para poder tomarse de los árboles en el aterrizaje. También hasta en los dedos posee esta membrana que lo convierte en un "súper lémur".
Es un animal sumamente nocturno y posee una visión extremadamente perfecta, gracias a sus grandes ojos redondos. Esto le permite tener una visión muy periférica que lo ayuda cuando debe escapar de algunos depredadores. Las hembras solo dan a luz una cría y esta planea junto a su mami colgada del vientre. Estas crías solo adoptan la capacidad de planear cuando son adultas y alcanzan el porte ideal para que las membranas se puedan desarrollar con efectividad. Uno de sus parientes cercanos es el Lémur Volador de Malasia, llamado vulgarmente "colugo". Sin embargo, este último es un poco más pequeño y posee vivos colores blancos en su pelaje.
¿Tierno, no crees? ¡Al infinito, y más allá!