Se dice que el amor de madre es como un instinto animal, que cuando una mujer siente que su hijo está en problemas emerge de ella una fuerza sobrehumana, que no conoce límites para mantener a su pequeño a salvo. Quizás el amor de madre es una emoción trascendental que nació en la naturaleza, y como tal, está sobre los parámetros conocidos de la emoción.
En las próximas imágenes es posible apreciar que tan humanas llegan a ser las madres animales en la naturaleza y cuán familiares pueden resultar las escenas de pequeños animalitos siendo amados por quien les dio la vida.
Cheetah
Las hembras generalmente dan a luz a tres crías por camada, y durante sus primeras semanas de vida las trasladan de una guarida a otra mientras salen a cazar, para esconderlas de los depredadores y protegerlas del sol o la lluvia.
Leopardo de las nieves
La época de apareamiento de los leopardos de las nieves ocurre entre el verano y el inicio de la primavera, por lo tanto, casi todas las crías de esta especie nacen en junio o julio de cada año, luego de 101 días de gestación aproximadamente.
León
Una hembra puede dar a luz de dos a seis crías por camada, y todas las leonas que se encuentren en período de lactancia en una manada, amamantan a todos los cachorros que lo necesite sin importar si son sus propios hijos.
Cabra de la montaña
Las cabras de la montaña tienen una o raramente dos crías por período de gestación. Ellas nacen preparadas para escalar las montañas sin problemas, por lo tanto, es posible verlas moverse ágilmente a través de las rocas junto a sus madres cuando apenas tienen un par de días de nacidas.
Panda gigante
El período de fertilidad de las pandas gigantes es entre los cuatro y veinte años de edad. Su ovulación ocurre solo una vez al año en primavera, y su período de gestación varía entre 95 y 160 días. Las crías dependen de sus madres generalmente hasta cumplir tres años.
Elefante
Cuando una hembra está a punto de dar a luz, la manada completa crea un circulo a su alrededor para protegerla a ella y a su bebé hasta que ambos estén listos para caminar con el grupo. El período de gestación es muy largo, dura 22 meses y las crías necesitan leche materna hasta los dos años, sin embargo, generalmente son amamantados hasta cumplir cuatro.
Oso polar
Las crías de oso polar pasan la mayor parte de su infancia en refugios de hielo construidos por sus madres, que mantienen una temperatura más cálida que el exterior para protegerlos del viento, del frío ártico y de los depredadores.
Gorila
Los crías de gorila son indefensas al nacer y necesitan ser amamantadas hasta los tres años. Las hembras transportan a sus bebés abrazados contra su pecho hasta que adquieren la fuerza suficiente para aferrarse a ellas y ser cargados sobre su espalda.
Orca
Las orcas tienen solo una cría en invierno cada tres o cinco años, y permanecen junto a ella durante sus primeros dos años de vida. El proceso de amamantamiento es muy dinámico, ya que madre y bebé nadan mientras ocurre.
Suricata
El estilo de vida de las suricatas es cooperativo; las hembras que dan a luz son ayudadas a criar y educar a sus bebés por otras hembras que no hayan tenido crías.
Orangután
La relación de las madres orangutanes con sus crías es la más larga y especial que existe en la naturaleza; los bebés permanecen junto a ellas hasta cumplir siete u ocho años para aprender todo lo necesario para sobrevivir en la naturaleza durante su prolongada expectativa de vida de 45 años.
Todas ellas tuvieron a sus crías en sus vientres, las cuidaron cuando aún no sabían cómo se verían o cual sería su sexo, las amaron y las protegieron como al tesoro más valioso. Ellas merecen ser celebradas cada día de sus vidas, porque le dieron al mundo el regalo más honesto y puro que existe, sus maravillosos hijos.