Cabra entra a un Starbucks en busca de un bocadillo

¿Se saben el chiste de "un mono entra en un bar..."? Bueno, yo no me lo sé completo pero es lo primero que me vino a la mente cuando vi esta noticia, quitando al mono y el alcohol: una cabra entra en una cafetería...

A los que nos gusta el café, sabemos lo difícil que es andar por ahí sin nuestra dosis diaria. Y como que esta cabra es de nuestro equipo. O quizás simplemente estaba buscando el Wi-Fi gratis en esta sucursal de Starbucks.

Estas fueron las ideas que les saltaron a la cabeza a los empleados de Rohnert Park, en California cuando abrieron la tienda temprano el domingo y su primer cliente fue una cabra.

Foodandwine.com relata que la prensa local hizo eco de la noticia, cuando la policía fue informada a eso de las 5 AM sobre una cabra que había irrumpido en la sucursal de la famosa cadena de cafés. El jefe de policía de Rohnert dijo que "dos empleadas estaban abriendo el negocio... trataron de distraer a la cabra con un plátano pero ella (la cabra) no se mostró interesada". Claro, estaba en el local por el café, no las frutas.

Mentira, en realidad mordió unas cuantas cajas pero pasó de largo con la cafeína y el plátano con el que trataron de distraerla.

Consumerist.com nos cuenta que la cabra no era cualquier-cabra-sin-nombre de esas que "abundan" en las calles (todos los días ves cabras por ahí, ¿verdad?). Resulta ser que esta tiene nombre. Se llama Millie y no había escapado de ninguna granja. Es la cabra-mascota de una chica que vive dos casas más allá del local. La dueña comenta que seguramente se salió zafándose de su correa y escapando el área donde duerme. La dueña comenta que esta actitud es un poco rara en Millie "ella es una cabra muy feliz y dulce, también un poco curiosa".

Pero como cualquier intruso, la pobre Millie no fue directo a su casa sino a la cárcel. O lo más cercano para un animal. Tuvo que pasar el día en el refugio de animales local antes de ser identificada por sus dueños, comenta Foodandwine.com.

Y no piensen que Millie está loca como una cabra por querer comer disfrutar de los servicios que gozamos nosotros los humanos. Consumerist.com comenta que han visto focas, venados, osos y hasta coyotes aventurarse en el mundo de los comercios en EEUU.

Vía Foodandwine.com y Consumerist.com