Sí, así como lo leíste, un pulpo mejor conocido como Inky (Tintita en español) ha sido el protagonista de una fuga en el Acuario Nacional de Nueva Zelanda.
Las autoridades encargadas explican lo sucedido, gracias a que una de las tapas en el tanque de Inky quedó ligeramente abierta, este pudo salir y escaparse a través de una tubería de unos 15cm, que de manera afortunada llevaba directo al océano.
Esta abertura se debía a un mantenimiento que se estaba realizando al tanque de los pulpos donde se encontraba Inky junto a su compañero de tanque, el cual decidió quedarse en el acuario.
Rob Yarrell, quien es actualmente el gerente del acuario, comentó con gracia a Radio New Zeland “Consiguió la manera de abrirse paso y escapar por un ducto de desagüe directo hacia el océano – y ni siquiera nos dejó una nota”
Un empleado del acuario fue el que descubrió las marcas sospechosas de pulpo, y al seguir la pista se sorprendió al encontrar la ruta de escape de nuestro querido Inky, lo que es más, la fuga se produjo a principios de este año pero no llegó a la luz pública sino hasta el pasado lunes 11 de abril.
Inky posee el tamaño aproximado a un balón de rugby, pero pudo escabullirse a través de las tuberías gracias a que los pulpos poseen la habilidad de “compactarse” hasta tener un tamaño mínimo ya que son moluscos invertebrados –es decir, no tienen huesos-.
Finalmente Yarrel nos indica que es un acontecimiento peculiar y es la primera vez que sucede algo parecido, pero que vigilarán con mucho más cuidado al otro pulpo, que no se aventuró junto a Inky en su escape de película.
Vía: BBC