La felicidad es difícil de definir. Es más o menos como la belleza (está en el ojo de quien mire). Pero lo que no podemos dudar es que para los que amamos a los perros, ellos representan una fuente de felicidad única. Verlos, jugar con ellos, protegerlos. Nuestros perros nos causan alegría y felicidad.
Y poner en palabras la felicidad para los perros, también nos costaría poner en palabras: ¿un hueso? ¿cuando llegamos del trabajo? ¿correr tras una pelota? ¿jugar en el parque? o simplemente quedarse echados después de comer con la barriga llena? No sabemos. Pero hay veces que en su cara parecen decirnos que están contentos y su actitud corporal nos habla.
Puede que la razón sea otra, calor, alerta, sumisión. Otros dicen que es relajación. Pero sea como sea, ver un perrito sonriendo nos llena de alegría y digan si a ustedes no:
A este le contaron un chiste demasiado bueno, ¡que comparta!
Sonrisa contagiosa.
Este no puede mantenerse derecho.
Este no quiere compartir el chiste con su amigo...
Pero estos dos si saben que los chistes son mejores cuando se comparten.
Sonriendo con TODOS los dietes
Este casi llora de la alegría
¡Weeepa!
No sé de qué se ríe este, pero a mí me da risa también.
¡Oh sí, que me rasquen las orejas me da felicidad!
Y para cerrar... Say cheese!