Todos los que tenemos mascotas sentimos que hay una conexión especial con ellos, con la manera en que piensan, actúan y sienten. Y si bien los escépticos se empeñan en decir que no tienen sentimientos, nosotros sabemos que sí. Y un ejemplo especial de esto es la actitud de nuestros amigos peludos cuando estamos enfermos.
¿Has tenido una mascota que te acompaña cuando te sientes mal, tienes gripe, estás enfermo o simplemente tienes un dolor de cabeza? Pues no estás sólo. Muchos dueños de mascotas piensan eso también. Cuando el cuerpo no anda de 100 puntos, es como si lo sintieran y se acurrucan al lado de uno, tratando de darnos cariño, protección (y muchas veces, calorcito).
Si te preguntas si tu perro puede sentir una enfermedad que te aqueja, la respuesta es sí, según wisconsinpetcare.com. Ellos explican que, por ejemplo , los perros -que tienen un magnifico sentido del olfato- unas 100000 veces más sensible que el sentido del olfato del humano, pueden sentir cosas que tú no tienes ni idea. Y cuando nos enfermamos, nuestra "química básica" cambia, y tu perro puede sentir ese leve cambio que otra persona no es capaz de percibir. Según la publicación, el sentido especializado de olfato de los perros puede percibir compuestos orgánicos volátiles que pueden ayudar a la prevención temprana de enfermedades y hasta el cáncer. Explican que pueden llegar a detectar cáncer del pulmón en el aliento de la persona, señalar el lugar de un tumor mamario y hasta detectar cáncer de vejiga o próstata oliendo el orín de un humano. Y de hecho, esta habilidad olfativa es la que utilizan los perros lazarillos para prevenir ataques de diabéticos o epilepsia.
Esta habilidad no es sólo de los perros. Los gatos también utilizan sus agudos sentidos animales para prevenir enfermedades e incluso avisar sobre la muerte. Muy conocido fue el caso de Oscar el "therapy cat" que predecía la muerte de los habitantes de un hogar de ancianos en Providence, Rhode Island. El gato era la mascota de este hogar con ancianos que padecían ya extrema demencia y el Dr. David Dosa estudió como Oscar predecía con poco margen de error, la muerte de los habitantes de la casa. Oscar pasaba sus días paseando de cuarto en cuarto entre los habitantes y no era muy "fan" de quedarse con ninguno, excepto aquellos que tenían literalmente el tiempo contado. De hecho, en los cuartos de los pacientes que estaban muriendo y no lo dejaban entrar, rasgaba la puerta. Y si bien el Dr. Dosa no encontró una razón científica para esto, se cree que era por la habilidad olfativa de los gatos que pueden oler las cetonas -productos bioquímicos que expedimos cuando estamos a punto de fallecer- que soltamos.
No sólo es una enfermedad o infección la que pueden sentir los animales. Los perros también sienten el estado de ánimo del dueño. En un estudio publicado por el journal Animal Cognition de la universidad de Londres, se encontró que los perros eran más propensos a acercarse a personas que estaban llorando que a personas que estuviesen tarareando una canción y respondían al humano de manera sumisa.
Wisconsinpetcare.com también explica que efectivamente los perros tienen como un sensor especial de felicidad en los humanos y pueden sentir como suben y bajan nuestras hormonas relacionadas a sentimientos y estados de ánimo, como la oxitocina, la dopamina y la serotonina. Quizás esto explica porque se acurrucan con nosotros cuando nos sentimos mal.
La comunidad científica todavía trata de buscar explicaciones coherentes a estos hechos. En el caso de Oscar, pensaban que podía ser la falta de movimiento que predecía a la muerte lo que alertaba al gatito, así como explica el Dr. Thomas Graves, experto en felinos de la universidad de Illinois que certifica que los gatos pueden sentir cuando va cambiar el clima, cuando otros animales están enfermos y de hecho, dicen que son famosos por predecir hasta terremotos.
Si bien pueden buscar razones científicas sobre por qué el animal responde de ciertas maneras a la expresión de los humanos, muchas veces estas investigaciones llegan a un callejón sin salida, dejándonos con la respuesta que nosotros -los pro mascotas- sentimos en nuestros corazones: todo está en el alma de nuestros compañeros peludos.