En las afueras de Denver, Estados unidos, se encuentra el "National Eagle and Wildlife Property Repository", que es un depósito de 1.486 metros cuadrados que confina 1.5 millones de ejemplares, que en su mayoría están fabricados con partes de los cuerpos de animales en peligro de extinción, como tigres, rinocerontes, tortugas marinas, cocodrilos y elefantes.
En este extenso lugar que podríamos denominar como "museo internacional del tráfico de fauna silvestre", se pueden encontrar desde las más finas estatuas de marfil, hasta botas de piel de cobra para niños.
Existe un inmenso estante dedicado especialmente a las pieles y cabezas disecadas de grandes felinos, donde hay guepardos, tigres, jaguares, ocelotes y leopardos. Incluso hay un feto de tigre que fue arrebatado del vientre de su madre, que murió en manos de cazadores furtivos.
El depósito es administrado por el "Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos", el organismo responsable de que se cumplan las leyes federales que protegen a los peces, vida silvestre, aves migratorias, y sus hábitats naturales a lo largo del país.
El objetivo de este museo es tener un registro completo de todas las especies recuperadas del tráfico ilegal, para obtener información precisa del desarrollo del mercado de vida silvestre y poder crear planes de contingencia. Además, se ofrecen visitas educativas guiadas, y se realizan donaciones de especies a escuelas, universidades y organizaciones no lucrativas, para aumentar la conciencia social sobre este problema.
La preocupación principal del gobierno sobre esta situación, es que el tráfico no va a cesar hasta que las personas dejen de comprar estas piezas de naturaleza, que se comercializan a valores altísimos y por lo tanto, implican un gran negocio para los cazadores y traficantes inescrupulosos.
Tan solo en el año 2013 se confiscaron 6 toneladas de marfil de colmillos de elefante. Considerando que el peso de ambos colmillos en un adulto se aproxima a los 180 kilos, significa que al menos 33 elefantes fueron afectados por la caza ilegal durante ese año.
A pesar de lo increíble que pueda parecer, estos artículos solo representan una pequeña fracción de lo que realmente ocurre en Estados Unidos y el mundo. En este video, es posible hacer un recorrido virtual por las diferentes secciones del depósito y darse de cuenta de que la avaricia no tiene límites.
En este recinto, también se reciben las águilas que hallan fallecido de forma natural o por producto de la caza, y sus plumas son donadas a las tribus de nativos americanos para confeccionar vestimentas y adornos, como una forma de homenajear a estas hermosas aves.