Hoy, cuando venía hacia mi trabajo en la micro como casi todos los días, algo me llamó la atención en el suelo. Con el rabillo del ojo logré captar algo blanco, y cuando miro, lo que descubro es un perrito, que se había subido junto con otras personas. En un primer instante pensé que venía con alguien, pero luego me acordé que en nuestro país a duras penas te dejan subir con tu lazarillo, y menos en hora punta, y entendí que el simpático can era uno de los tantos "quilterriers" abandonados de Chile, y que simplemente se subió solo. Pasó colado, como decimos acá, y sin la dichosa Bip, más encima. Lo más divertido de este perrito, (que era de tamaño mediano a grande, pelo corto, blanco con manchas negras como una vaquita y con una cola enroscada, para que se lo imaginen), es que al subirse, se ubicó inmediatamente frente a la puerta de salida, como si realmente supiera donde tenía que bajarse. Cuando la puerta se abrió en el siguiente paradero, el genial perrito se bajó y continuó su camino. No es primera vez que veo perros en el transporte público, e incluso en Rusia los perros se han tomado el metro y la gente dice que SABEN donde se tienen que bajar.
¿Estarán adquiriendo los perritos una inteligencia superior a la que nosotros creemos, y simplemente se están haciendo los lesos para que no los descubramos? ¿En qué habrá andado ese perro? ¿Habrá sabido que la 502 lo iba a dejar cerca del Parque de las Esculturas, donde de seguro alguna pareja o grupo de amigos tendría algo de comida que convidarle? ¿Tal vez he escuchado demasiado a Salfate? Yo a estas alturas, creo que cualquier cosa es posible. Pero si van a ser los perros quienes terminen dominando al mundo, seguro será lo mejor que nos podría pasar.