Hasta hace un año más o menos, no teníamos auto, y se nos hacía increíblemente difícil poder trasladarnos con nuestra perrita. Muchas veces nos subimos al metro o a la micro con ella, para ir a visitar a algún pariente o amigo en el otro extremo de la ciudad. No queríamos dejarla sola tantas horas, sobre todo teniendo en cuenta que ya quedaba sola durante la semana mientras nosotros trabajábamos. El problema es que muchos conductores de micro nos miraban con mala cara, otros, al vernos con ella pasaban de largo, y en el metro alguna vez me pidieron que la llevara en un kennel o me prohibieron la entrada. Ni hablar de ir a visitar a mi familia al sur, tenía que ir sola para que mi pareja se quedara con mi perrita, por ningún motivo la sometería al stress y al peligro de llevarla con el equipaje durante 8 horas. No es fácil tener un perro si no tienes auto, los miran como una plaga.
Yo entiendo que hay ciertos códigos de convivencia en sociedad que hay que respetar, pero ¡hey!, si a alguien no te gustan los perros, no es razón suficiente para que no toleren ir con uno en la micro. Para mí, algo totalmente aceptable sería que exigieran un bozal para entrar a las tiendas, edificios o el transporte público, de esa forma quienes les temen se sentirán tranquilos. Pero ¿por qué prohibirlos?
Acá en Chile con suerte los perros lazarillos pueden entrar a ciertos lugares. Y ni eso. Hace pocos días se viralizó el caso de una mujer que viajaba con su lazarillo en LAN, que relataba que la tramitaron bastante antes de permitirle subir con su perro, y sólo con bozal, cosa que para un lazarillo es como un castigo. Los perros lazarillos son los ojos de sus amos, y legalmente no se les puede prohibir la entrada a ningún lugar. Es como si le prohibieras a una persona entrar porque anda en silla de ruedas. Estos perritos no son “mascotas”. Pero aun así, abogo por que todos podamos ir con nuestros perritos a donde queramos.
Cuando viajé a Europa hace casi 3 años, en varios países observé que el trato a los animales era muy distinto. Muchas tiendas tenían un logo afuera que decía “permitida la entrada a perros” (no es que discriminemos a los gatitos, es que uno simplemente no sale a pasear con ellos) e incluso entre a una tienda de una conocidísima marca, y vi mujeres viendo ropa con su perrito a sus pies. Nadie se alarmó por eso. Mientras tanto, acá en Chile, ciertos alcaldes deciden prohibirlos incluso en la playa por considerarlos "sucios".
Hace poco leí que en Nueva Zelanda o en Canadá, se estaba permitiendo la entrada de perritos a hospitales como parte de la terapia de recuperación de sus amos, porque han comprendido cuan determinante ha sido la cercanía con sus mascotas en la recuperación. Se ha sabido también de casos en otros hospitales, donde personas moribundas piden como último deseo poder abrazar a su peludo compañero por última vez. ¿Qué derecho tenemos a negarles ese deseo?
Habiendo un control más estricto en términos de sanidad e higiene de los perritos, y con el bozal apropiado, yo sinceramente no veo el problema en que ellos nos acompañen a hacer un trámite al banco, al comprar a una tienda de ropa, quizá por los pelos podemos ser un poco más rigurosos en lugares como supermercados u hospitales, pero por qué negarles la entrada a estos animalitos que por años nos han acompañado como los mejores amigos que pueden llegar a ser.
¿Les gustaría poder tener acceso a más lugares públicos junto a sus perros? ¿Qué medidas creen que se puedan implementar?