Jazz es el típico perro chileno, sin mucha raza, pero sí con mucho cariño para entregar. Llegó a la casa con apenas un par de meses y de ahí en adelante, se ganó el corazón de todos...y también el respeto. Es el "dueño" del pasaje y no deja que perros de otro lado vengan a quitarle su territorio. Tampoco es peleador, pero no le gusta que se paseen libremente por lo que él considera sus dominios. Tampoco es violento, ya que no ataca a la gente ni a los gatos, solo a los de su raza.
Dice la historia que un día domingo, cerca de las 10 de la mañana, Jazz se iba a convertir en un perro héroe. Tal vez, era su misión en la tierra. Ese día, mi abuelo lo soltó temprano al pasaje para que corriera y también para que inspeccionara el estado de sus territorios. Luego de varios minutos y también de varias vueltas, lo escuchamos ladrar con mucha fuerza. Era de esos ladridos que indicaban dos cosas: peligro y rabia.
Fui el primero en salir corriendo para ver qué pasaba. Y ahí estaba el Jazz, el perro héroe, enfrentándose a dos tremendos caninos que pertenecían a un par de cuadras más allá. Era impresionante ver al Jazz defenderse y tratando de que no lo mordieran ni que lo tiraran al suelo. De repente, uno de los perros lo muerde y casi tuvimos que intervenir, pero se recuperó y solo con su ladrido logró que los dos perros retrocedieran y se fueran. Realmente, fue un round de la UFC canina. No me gustan las peleas de animales, pero de verdad que fue notable la recuperación de Jazz para poder espantar a estos dos feroces enemigos que asediaban las puertas de su reino.
La sorpresa fue mucho mayor cuando vemos que Jazz se acerca a un árbol y en la tierra había algo que jamás imaginamos: un gatito, de no más de dos meses, muy asustado y en claro estado de abandono. Es decir, Jazz no solo peleó por su territorio, sino que también por el indefenso amigo gatuno y lo defendió de los perros que querían comerlo. Nos instaba a que lo recogiéramos y que lo ayudáramos. Y así fue, el gatito estuvo un par de semanas en la casa y luego fue dado en adopción, todo gracias a su gran perro héroe.
Desde ese momento, Jazz se convirtió en un perro héroe y se corrió la voz por los otros pasajes, ya que nunca más los otros dos perros se atrevieron a meterse con él. ¿Quién dijo que los perros y los gatos no pueden ser amigos? El instinto de supervivencia y de proteger a los más pequeños se encuentra en todos los animales.