A solo dos días del día de los enamorados, y en cualquier fiesta en general, como navidad o cumpleaños, muchos queremos hacer regalos especiales para las personas que queremos. Ese regalo no es fácil de encontrar, ya sea por falta de dinero, por los gustos caprichosos o extravagantes de quien recibiría el regalo, en fin... por muchas razones. Pero estamos hablando de cosas. Cosas que vienen con un ticket de cambio en caso de que no le "achuntemos" y nos hayamos equivocado. En ese caso, es lamentable, pero la persona tiene la opción de hacer el cambio por algo que le guste mas o que le quede mejor. Con los animales no podemos hacer eso.
A pesar de que estamos experimentando una notable evolución de conciencia que nos ha permitido a muchos ver a los animales como seres sintientes, no todos lo logran ver así, y no se dan cuenta del daño que pueden causar si le regalan un animalito a una persona que no puede hacerse cargo de él. Les cuento brevemente lo que me pasó, para que entiendan más o menos a lo que me refiero: hace algunos años atrás, siempre pasaba por la tienda de mascotas con mi pololo de ese entonces, y le decía que me encantaba el conejito de orejas caídas que había en la vitrina. Yo tenia un gran patio y vivíamos en una zona semi rural, por lo que mis 3 perros de vez en cuando llegaban con algún animalito muerto, como pájaros, ratones o conejitos silvestres, a modo de ofrenda. Yo nunca le pedí el conejo a mi pololo, pero él, al verme tan entusiasmada cuando lo veía, decidió comprármelo. Era un conejito adulto ya, bastante grande, y lo tuvo escondido de mí varios días, hasta que me dí cuenta que andaba en el auto con una bolsa de comida de conejo y "caché" todo. Yo inmediatamente me preocupé, porque sabía que mis perros eran cazadores y que no sería fácil evitar que le hicieran daño a mi conejito.
Mi papá le hizo una enorme jaula a mi conejo para mantenerlo a salvo en un lugar espacioso, pero mis perros lo olfateaban todo el rato y el pobre debe haberlo pasado pésimo, de puro miedo. Finalmente, y luego de apenas una semana, mi conejito desapareció, sin dejar rastro. Yo intuía que uno de mis perros tuvo que ver en el asunto, y tampoco los culpaba, porque el conejito ya llegó grande y a pesar de que yo contaba con el espacio y recursos para tenerlo, las condiciones no eran las óptimas para él.
Esto ha pasado muchas veces. Se regalan, con la mejor de las intenciones, perritos, gatitos, tortugas, erizos, hámsters... etc. sin preguntarse si la persona puede hacerse cargo de ellos, ya sea económicamente (hay animalitos que requieren alimento y cuidados especiales), por temas de espacio o tiempo, e incluso sucede que hay gente a la que no le gustan tanto los animales, y no tiene intenciones de hacerse responsable de otro ser. No podemos regalar animalitos si no estamos seguros de que la otra persona puede y quiere tenerlo y cuidarlo durante toda su vida, porque son seres sintientes, es decir, ellos son capaces de sentir dolor, miedo, etc., y debemos tener esto muy presente. Tampoco podemos regalarle animalitos delicados (como cachorros, erizos, hámsters, tortugas) a un niño, porque los niños sin querer suelen ser bruscos, ellos no saben que los animales no son juguetes y por más que uno les enseñe, si no se va a estar supervisando constantemente los encuentros de la mascota con el pequeño, es mejor abstenerse. Pueden hacerles daño y también salir heridos si el animalito se defiende.
Por eso, si quieres regalar una mascota a tu polol@ o pareja este Día de los Enamorados, por favor asegúrate de que esa persona realmente esté dispuesto a recibirlo con amor, y que pueda hacerse cargo de él. Y siempre opta por la adopción, recuerda que hay muchos animalitos esperando la oportunidad de pertenecer a una familia.