Esta es la historia de cómo mi perrita se transformó en un perro héroe para un pequeño de seis años:
Hace unos años, un primo pequeño, Matías, tenía mucho miedo de los perros. Al parecer, cuando él era menor, un perro le ladró y lo asustó mucho, rechazando cualquier interacción con otros perros desde ese evento.
Un verano, por reparaciones en su casa, tuvo que quedarse con mi familia por unas semanas. Desgraciadamente para él, nosotros tenemos cuatro perros, así es que sería un poco difícil que él se acostumbrara. El primer día, decidimos dejar unas rejitas para que no se le acercaran los perros, y él podía mirarlos sin problema, excepto a “Maiden”, una siberiana de cinco años, de tamaño grande. El patio era prácticamente propiedad de Maiden, por lo que Mati siempre mostró mucho miedo hacia ella. Además el perro que lo asustó cuando niño era de tamaño similar a Maiden.
Todos los fines de semana, jugábamos con Maiden en un parque al frente de mi casa, y aunque invitábamos a mi primo a jugar con nosotros, él no aceptaba. Le tenía demasiado miedo a Maiden. Sin embargo, el segundo fin de semana, me encontraba en aquel parque, mientras Mati jugaba fuera de la casa con un tractor de juguete en la tierra. En un momento, mi mamá, quien estaba mirando a Mati mientras jugaba, entró a sacar la manguera para regar el pasto, cuando sentimos un grito de Mati y vimos que un perro grande estaba cerca de él, gruñendo. Al escuchar el grito, rápidamente corrí hacia él, y pude ver como Maiden llegó mucho antes que yo, e intentó morder al otro perro y lo empujó lejos. Se interpuso entre el perro y Mati, y le ladró al perro, que se alejó de inmediato. Maiden se acercó Mati, y yo no pude hacer nada más que ver como Mati lloraba, mientras Maiden lamía su cara para calmarlo.
Desde ese momento, Maiden se transformó en un perro héroe para Mati y se hicieron muy buenos amigos. Tras unas semanas, Mati paseaba con ella cuando salíamos, y poco a poco vimos cómo su confianza con otros perros mejoraba mientras Maiden estaba cerca. Años han pasado y su amistad sigue cada vez más fuerte, aunque ahora mi pequeño primo ya no está asustado de otros perros, siempre recuerda como mi heroína perrita lo salvó y cómo este hecho cambió su vida. Mati ya no camina asustado por las calles y está pidiendo a su mamá tener una mascota canina.