La tierna historia se sitúa en Antofagasta, donde una empresa (que no quiso dar su nombre) paralizó la construcción de uno de sus pilares, en donde una mamá picaflor hizo su nido y empolló a sus retoños, quienes ya han nacido y aún se encuentran en la estructura. La empresa y los trabajadores decidieron paralizar la construcción de ese pilar hasta que los pequeños se valgan por sí mismos y emprendan vuelo.
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La noticia, publicada en Facebook por Enfierradores del Norte, no ha dejado indiferente a nadie, y la agrupación ha recibido numerosas muestras de apoyo y felicitaciones en la red social.
Un hermoso gesto de verdadero progreso.