El nombre científico del aye-aye es Daubetonia madagascariensis. Es el primate nocturno más grande del mundo y pertenece a la familia de los lémures. Tiene un aspecto muy particular con su pelaje negro o marrón oscuro en todo el cuerpo y blanco en la cara, de ojos enormes, dientes afilados como los de un roedor, un dedo especial en cada mano y una cola que puede mide el doble de su cuerpo. Esta especie habita la selva tropical de Madagascar, puede alcanzar los 40 centímetros de largo y vivir aproximadamente 20 años. Los aye-aye pasan el día en nidos que construyen sobre los árboles y está activos durante la noche.
Lamentablemente estos misteriosos animales se encuentran amenazados debido a la desforestación de la selva y una matanza constante por parte de los aldeanos provocada por una superstición que dice : "Si un aye-aye te apunta con su dedo, morirás en poco tiempo", porque se cree que atraen a los espíritus malignos. De hecho, existió una especie de aye-aye gigante que tenía el doble de tamaño del aye-aye normal, y que se extinguió alrededor de 1920.
Se estima que actualmente solo existen entre 1.000 y 10.000 individuos en las selvas de Madagascar. Sus principales depredadores son la fosa y algunas serpientes que viven en las alturas de los árboles.
Lo más interesante de este animal es la forma en que utiliza su dedo para producir vibraciones dentro debajo de la corteza de los árboles para inquietar a los insectos que se encuentren dentro y con sus grandes orejas escucha cuidadosamente, para detectar cualquier vibración que él no haya provocado.
Si hay insectos dentro, comenzará a atravesar la corteza rápidamente con su largo dedo y luego lo introducirá en el árbol para utilizar su uña como un gancho y devorar a sus presas.
Con su dedo especial, también perfora frutas para extraer su pulpa y jugo y así mantener su dieta omnívora.
El aye-aye es muy solitario y solo se involucra con sus pares en la época de apareamiento. Puede tener una cría por período de gestación y una vez que nace, la carga en su espalda hasta que alcanza la madurez, de la misma forma que lo hacen todas las especies de lémures. Un dato curioso es que tienen dos tetillas ubicadas en la parte baja de su cuerpo, muy cerca de la cola.
La naturaleza tiene muchos secretos y quizás existan animales aún más extraños que el aye-aye, que no hemos podido descubrir.