¿Eres amante de los perros así como de los gatos? Hay consejos comprobados que podrán ayudarte a tener a las dos mascotas bajo el mismo techo.
Muchos hemos escuchado el refrán, “Al perro y al gato no les pongas en el mismo plato” y quizás sea verdad. Perros y gatos son animales sociales pero, a menos que ellos tengan contacto con otros animales durante su desarrollo temprano, pueden ser muy temerosos e incapaces de comunicarse y llevarse bien, sin embargo, hay muchos hogares donde gatos y perros conviven bastante bien, logrando una relación de hermanos. Acá te contamos como lograrlo:
- Socializa tu mascota.
El periodo óptimo de socialización de un perro empieza a disminuir a los 3 meses de edad, la de un gato termina a las 7 o 9 semanas. Si un cachorro o gatito es apropiadamente presentado y se acostumbra a otras especies a temprana edad, es más probable que se adapten y aprendan el lenguaje de otro animal.
- Considera adoptar una mascota.
Ayuda mucho que el animal que ya tienes esté expuesto a otras especies. Ten en cuenta que al adoptar tu segunda mascota de una organización de rescate, ésta probablemente tendrá experiencia entre perros y gatos, de esta forma le gustará compartir con la otra raza animal o simplemente los ignorará. Además, la organización de rescate puede informarte sobre la personalidad de la mascota a adoptar y así sabrás si estará bien llevarla a tu hogar.
- Ten para tus mascotas piezas separadas en un principio
Cuando tu nueva mascota llegue al hogar, mantén uno de los animales en una habitación separada. Esto limitará su contacto físico mientras permitirá que ellos se acostumbren a los sonidos y olores del otro. Asegúrate de que el animal que esté en una habitación separada tenga todo lo que necesite (juguetes, caja de arena, agua, etc.) y que tú le seguirás prestando mucha atención. Después de unos días trata de abrir la puerta unos centímetros para permitir un poco de contacto.
- Presenta tus mascotas.
Una vez que el perro y el gato se vean cómodos con el animal al otro lado de la puerta, puedes presentarlos cara a cara, con el perro con correa. Enseña al perro a concentrarse en otras cosas, antes que conozca por primera vez al gato. Por ejemplo, haz que el perro se siente y muéstrale un premio en tu mano. Mantén el premio al frente de su nariz, muévelo hacia tus ojos y de vuelta a la nariz del perro. Dale al perro el premio si te mira a los ojos. Haciendo esto, él mantiene la atención en ti y no en el gato.
- Da un alto al mal comportamiento.
Mantén una pistola de agua en caso de que empiecen a pelear. Ellos tienen que entender que esto es inaceptable, puedes separarlos en áreas de la casa por unos minutos, pero tampoco querrás que esa habitación se vuelva una cárcel o algo similar. Tus mascotas no deben asociar esos lugares con algo negativo.
- Incentiva el buen comportamiento.
Cunado los animales estén juntos, da a ambos algunos premios. Esto les enseña que cosas buenas pasan cuando el otro está cerca. Tenemos que incentivar al gato con la mayor cantidad de recompensas posibles para que esté cerca del perro y no esté asustado de él. Pero con el perro, debemos enseñarle cómo comportarse cerca del gato.
Una vez que los animales han sido presentados y la mascota antigua se da cuenta y acepta que la nueva mascota llegó para quedarse, necesitas asegurar que ellos podrán vivir pacíficamente por mucho tiempo. Para esto, puedes tener siempre lugares donde el gato puede escapar o simplemente estar solo, como lugares altos. También asegurar que ellos coman por separado, ya que los perros pueden mostrar cierta agresividad cuando comen, incluso cuando ya conocen al gato; y por último trata de conocer el comportamiento de tus mascotas, cada uno tiene su propia personalidad, después de cierto tiempo aprenderás a reconocer cuando uno de ellos no quiere estar con el otro, así como cuando no quieren jugar juntos.