Muchos de nosotros tenemos grandes recuerdos de infancia junto a un gato o perro. Se estima que solo en Estados Unidos, el 62% de las casas incluye un animal de mascota. Aunque los perros sean un poco más populares que los gatos, si tuviste la suerte de tener alguna mascota en tu infancia, eso significa que tienes recuerdos geniales con tu primer mejor amigo, ya sea jugando, paseando o acurrucándose, es difícil pensar en un momento en nuestra infancia en que ellos no estaban.
Pero además de grandes recuerdos, tener una mascota en el hogar ayuda en muchos otros niveles de la vida, como el desarrollo emocional de los niños, e incluso la salud. Múltiples estudios apuntan al impacto positivo que los animales de compañía tienen en los niños:
- Un estudio de pediatría muestra que un niño que ha tenido un perro durante su primer año de vida, tiene una respuesta inmune mejor que aquellos que no han tenido mascotas, con un 31% menos infecciones en el tracto respiratorio.
- Niños con un animal de compañía en su hogar tienen una mejor autoestima.
- Vivir e interactuar con mascotas aumenta la empatía y compasión.
- Tener una mascota en el hogar ayuda a crear sentido de responsabilidad en los niños.
- Niños con trastorno por déficit de atención, autismo u otras dificultades, pueden experimentar menor presión sanguínea y mejor comunicación y desarrollo cognitivo cuando participan de terapias con perros.
- Niños con perros tienen más probabilidades de salir a jugar.
- Niños que tienen problemas para leer tienen mayor mejoría al leer para sus mascotas. Investigadores proponen que esto puede ser el resultado del menor nivel de estrés que los niños sienten en presencia de sus mascotas.
- Las mascotas pueden acompañar a los niños, cuando éstos viven situaciones de estrés o momentos tristes en sus vidas.
Sea cual sea la mascota, los beneficios son muchos y muy positivos. Siempre es bueno dar a los niños la oportunidad de compartir con unas criaturas tan maravillosas.