Este extraño animal, nativo del noreste de la República Democrática del Congo, en Centro África, aunque se parece a un caballo por su postura y forma, o por sus colores a una cebra (ver cola, piernas y patas) es un primo lejano de las jirafas, dato que se confirma si nos detenemos en su cabeza y rostro, donde el largo de sus orejas y hocico darán cuenta de aquello, exceptuando claro, el largo de su cuello, que es más bien común. Además, es un animal solitario que no se lleva con otros de su misma especie, otra diferencia con sus similares, las jirafas, que siempre andan en manadas o se definen por ser colectivos. El difícil y escurridizo Okapi es considerado por la IUCN como una especie en peligro de extinción, por lo mismo, lo difícil de verlos en su estado natural, pues suelen adentrarse en los bosques del país, siendo su dieta diaria plantas y frutas de la región. Son hervíboros.
No se sabe bien la población exacta de esta especie, por lo mencionado anteriormente, aún cuando se sabe de su existencia desde fines del siglo XIX por expediciones hechas por el antiguo Congo Belga y exploradores de occidente. Se estima que oscilan entre los 10 mil y 20 mil especímenes, tristemente afectado este número por las continuas guerras que suceden en la zona. Los registros que se tienen en la actualidad provienen todos del Parque Nacional Viruga, donde se mantiene la conservación de estos animales en cautiverio. Si te causan curiosidad y quieres saber más de ellos, te invito a apreciar el siguiente video donde puedes ver un poco más de su singular apariencia: