Las garrapatas, por muy criaturas de Dios que sean, son francamente asquerosas, y sacan todo mi lado especista. Cuesta entender su función en esta tierra, más que incomodar a nuestros peludos perritos.
Estos ácaros son ectoparásitos hematófagos, esto es, parásitos externos que se alimentan de sangre. En esta época abundan, y no hay perrito que se salve. Por eso debemos aplicarles tratamientos como pipetas anti pulgas y garrapatas, revisarlos constantemente y mantener su entorno limpio y desinfectado. Pero estoy segura de que, por más que hayas tomado todas estas medidas, un día, acariciando a tu mejor amig@, le encontraste un "cototo" que resultó ser una asquerosa garrapata.
Típicamente, las garrapatas sienten predilección por la zona de la cabeza: aman las orejas, por dentro y por fuera, el cuello (bajo el collar), y las cejas. Pero también les encanta parasitar entremedio de sus dedos y cojinetes, y en axilas e ingle. Generalmente la hembra (la gorda grande) siempre está acompañada de un macho (más pequeño, plano y de color café).
Cuando estés regalonenando con tu perrito, aprovecha de acariciarlo y revisarlo detenidamente especialmente en esas zonas. No olvides aplicarle su pipeta (que debes adquirir según su tamaño, y que debe ser aplicada cada 3 meses más o menos). Mantén limpio su entorno (cama, patio) con algún garrapaticida que no sea tóxico para ellos, y extrae sus garrapatas con cuidado, procurando limpiar después la herida con desinfectante y deshaciéndote de ella quemándola para evitar la propagación de sus huevos. Por ningún motivo la tires a la basura viva, o la revientes, son más duras de matar que Bruce Willis.