Una vez mas un miembro de la realeza británica se conmueve y se la juega por la caza indiscriminada de animales en África. Esta vez se trata del príncipe Harry, hijo menor de Lady Di, quien en su estadía de 3 meses en Namibia y otras partes del sur de África pudo constatar la alarmante situación que se vive con los elefantes y rinocerontes principalmente, a quienes los cazadores ilegales persiguen por su marfil y su cuerno, respectivamente. Incluso, en una de las imágenes del Instagram de la familia real, aparece Harry abrazando un elefante muerto. El menor de los príncipes ingleses tuvo la difícil tarea de participar en la extracción del cuerno de un rinoceronte, como solución para salvarlos de una muerte inminente. A mí me parece una medida demasiado extrema, considerando que existen otras menos violentas, como la tintura del cuerno, que lo convierte automáticamente en inservible para los cazadores. De todas maneras me alegra que cada vez más personas y celebridades demuestren interés por defender la vida salvaje, la naturaleza y el medio ambiente. Harry en el pasado fue fotografiado con un búfalo muerto que se presumía él mismo había matado, pero todo ser humano tiene derecho a redimirse. Esperamos que sus acciones sean sinceras y producto de la madurez y de una evolución de su parte, ¿Qué creen ustedes?